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Italia acepta la instalación en su territorio de los cazabombarderos F-16 de, Torrejón

Juan Arias

El Gobierno italiano dio ayer su visto bueno a la instalación en Italia de los 72 cazabombarderos F-16 que dentro de tres años deberán abandonar la base española de Torrejón de Ardoz, aceptando la petición del ministro de Defensa, el liberal Valerio Zanone. El anuncio fue hecho por el ministro sin cartera para las regiones meridionales, el democristiano Remo Gaspari, lo que indica que los aparatos acabarán sin duda alguna en el sur del país, con toda probabilidad en el viejo aeropuerto de Santa Ana de Crotone, en Calabria.

El próximo día 16, el Parlamento tendrá que discutir y aprobar o rechazar la decisión que ayer tomó el Consejo de Ministros. La oposición comunista, los verdes, Democracia Proletaria y los radicales ya han manifestado su dura oposición, mientras la posición socialista sobre el tema todavía no se ha. despejado, sobre todo porque en este momento el PSI está recuperando votos a costa de los comunistas. Los socialistas no quieren aparecer excesivamente alineados con la Democracia Cristiana, la cual sí está totalmente de acuerdo con la instalación de los F-16, especialmente desde que la Administración de Reagan dio las gracias anticipadamente a Italia por su disposición a resolver la difícil papeleta calificando a este país como "el mejor aliado europeo de Estados Unidos'.Probablemente, los socialistas se limitarán a poner como condición para aceptar los F-16 que se explique bien a la Unión Soviética que la instalación de los aviones rechazados por España no significa, en ningún modo, renegar de la política de desarme atómico en curso.

Lo cierto es, sin embargo, que ya desde el primer momento en que empezó a discutirse el asunto, Italia se mostró contenta de aceptar en su territorio el mochuelo dejado por España, y eso por dos motivos: para poder hacer así un regalo a Washington y sobre todo por consider la operación un buen negocio económico. De hecho, se calcula que la instalación de la nueva base para recibir a los F-16 supondrá la creación de 2.000 puestos más de trabajo y que generará unos 15.000 millones de pesetas.

Buen negocio

Sólo el coste de la construcción de la base se calcula en 80.000 millones de pesetas, de los cuales sólo el 7% correrá a cargo de Italia, y el resto, de la OTAN, mientras que otros 300.000 millones de pesetas es lo que se prevé que va a costar la construcción de casas y estructuras para las más de 8.000 personas que vivirán en la base, gasto este último que correrá a cargo de Estados Unidos.

Ahora se trata sólo de escoger el lugar más adecuado para la construcción de la base. Las dos hipótesis más viables son: Giolla del Colle, en Brindis¡, en la región de las Pullas, y el antiguo aeropuerto, en desuso desde 1979, de Crotone, como ha adelantado ya el secretario general de la Alianza Atlántica, lord Carrington. El único problema es que la oposición política en dichos lugares está empezando a hacer una resistencia activa contra la. instalación de los F-16, aunque se trata de una oposición más formal que real.

Curiosamente, por ejemplo, en las últimas elecciones municipales del domingo pasado en Crotone, los partidos que como el comunista, socialista y socialdemócrata, se oponían a la instalación de los cazabombarderos perdieron un número considerable de votos, mientras que aumentó el porcentaje de electores que dieron su voto a quien más defendía la llegada de los aviones, es decir, la Democracia Cristiana, que se ha convertido en esta localidad en el partido de mayoría relativa.

Lo cierto es que la gente no ve con malos ojos la posibilidad de la creación de 2.000 puestos de trabajo y el río de dinero que piensa que podrán traer los norteamericanos; así, ya hay quien ha llamado a los cazabombarderos de Torrejón un verdadero maná del cielo.

De cualquier modo, sobre todo el Partido Comunista y los verdes, junto con los numerosos grupos pacifistas, no dejarán que la operación se lleve a cabo con facilidad, como tampoco será fácil el debate en el Parlamento.Mientras tanto, en Milán, en el norte del país, ayer por la tarde tuvo lugar una manifestación pacifista formada por una cadena humana que iba desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad para pedir la desnuclearización de Italia y el rechazo de los F-16. En el acto final pronunciaron discursos, juntos, representantes comunistas y de asociaciones católicas.

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