Seis mineros 65 horas en una bolsa de aire

Seis mineros fueron rescatados con vida en la madrugada de ayer después de permanecer sepultados durante 65 horas en una bolsa de aire dentro de la mina de lignito Stolzenbach, de Borken, al este de la República Federal de Alemania, donde una fuerte explosión de grisú ocurrida el pasado miércoles dejó atrapados a 57 trabajadores. Los equipos de rescate han redoblado los esfuerzos para intentar recuperar a los otros 14 mineros que siguen bajo los escombros de la mina, presumiblemente muertos, aunque un portavoz de la compañía propietaria dijo que es posible que dos de ellos hayan sobrevivido a la explosión.

Los seis afortunados, cinco alemanes y un turco que sobrevivieron a la catástrofe, a 100 metros de profundidad, en una campana de aire, mostraban señales de agotamiento al salir a la superficie, aunque se encuentran en buen estado, según afirmó un portavoz de las brigadas de salvamento.Hasta ahora, 37 cadáveres han sido extraídos. Las tareas de salvamento se han visto entorpecidas por una alta concentración de monóxido de carbono en la mina y por la penetración de agua en las galerías, que continúa y aumenta el peligro de que se produzcan derrumbes internos.

En la madrugada de ayer, los seis supervivientes escucharon los ruidos de la perforación de un pozo de ventilación y trataron de comunicarse con el equipo de salvamento por medio de golpes en la pared de la galería y otros ruidos. Hasta ese momento, el equipo de socorro no había podido penetrar en la galería por los continuos derrumbes ocurridos cerca de la campana de aire.

Los supervivientes pensaron en el milagro de Lengede y abrigaron siempre la esperanza de que serían salvados, según declaró uno de ellos, el minero Egon Dehn, de 37 años.

En otoño de 1963 murieron en total 29 mineros y fueron rescatados vivos 11 dos semanas después de ocurrir un grave accidente en la mina de hierro Mathilde, de la localidad de Lengede, en la baja Sajonia, RFA.

Relato de un superviviente

Dehn contó ayer a un familiar que en el momento de producirse la explosión el pasado miércoles se encontraba con otros 14 compañeros en una de las galerías, a unos dos kilómetros del pozo central. Nueve de ellos, presos del pánico, trataron de buscar una salida regresando de nuevo a la galería. Los otros seis, entre ellos el propio Dehn, se refugiaron en el fondo del socavón, donde pudieron sobrevivir al calvario durante 65 horas en una bolsa de aire y ya no volvieron a ver nunca más a los otros nueve compañeros.

Al salir de la mina, los seis supervivientes fueron recibidos con aplausos, lágrimas y abrazos por sus familiares y compañeros. "Es increíble que se encuentren en tan buena forma y que no hayan necesitado tratamiento médico", manifestó el alcalde de Borken, Bernd Hessler.

Según un portavoz de la compañía explotadora, la bolsa de aire en la que se refugiaron los seis trabajadores era una porción de galería de unos 100 metros de largo, 2,50 de ancho y 3 de altura. Agregó el portavoz que las posibilidades de salir con vida aumentaron gracias a que entre ellos se hallaba un jefe minero con experiencia en operaciones de supervivencia.

Las causas exactas de la catástrofe todavía no han sido determinadas. Según la empresa propietaria, el accidente pudo haber sido provocado por una explosión de grisú seguida de otra de polvo de carbón flotante en el aire. Representantes de los trabajadores han achacado el accidente a la falta de medidas de seguridad.

Erwin Braun, director de la oficina minera de Borken, dijo ayer que hay una "minúscula posibilidad" de que puedan encontrarse más mineros con vida. Los seis supervivientes declararon, no obstante, que habían visto huellas de pasos de dos de sus compañeros.

Los equipos de rescate proseguían ayer febrilmente las operaciones de rastreo entre los escombros. Por la tarde, 1.200 metros cúbicos de aire fueron inyectados en la parte oriental de la mina con el fin de que los socorristas puedan trabajar sin máscaras de protección contra los gases tóxicos.