Apartado provisionalmente del servicio el profesor de latín acusado de sexista

El rectorado de la universidad Complutense ha abierto expediente disciplinario y separado provisionalmente del servicio, en tanto se resuelve el caso, al profesor de latín Dionisio Ollero Granados, acusado por un grupo de alumnas de mantener una actitud sexista en sus clases. También se ha ordenado que el departamento de latín busque un sustituto para examinar a los alumnos de Ollero y así evitar eventuales represalias sobre las denunciantes.

Ollero, desde su domicilio, rehusó ayer comentar esta medida: "No puedo decir nada; el tema está sub iudice. Ya se encargarán ustedes, los de EL PAíS, de decirlo". Ollero, según fuentes del rectorado, con esta medida no puede dar clase ni examinar, aunque seguirá percibiendo su salario.El rectorado ha nombrado juez instructor de este caso a Juan Antonio Alejandre García, catedrático de Historia del Derecho. Cristina Vega, una de las denunciantes del profesor Ollero, informó ayer que se les ha notificado que se pospone la fecha en la que deberán declarar ante el juez instructor, en un principio prevista para ayer.

El rectorado envió por correo esta resolución el 27 de mayo, el mismo día que EL PAÍS publicaba la denuncia fuentes del rectorado informaron que esto se debió a una pura "coincidencia" y aseguraron que el documento se firmó la víspera y que el día 27 el rector, Gustavo Villapalos, se hallaba en Dublín. Las mismas fuentes admitieron que no es usual que se aparte del servicio a un profesor a raíz de la apertura de un expediente: "Se le ha suspendido porque el tema es bastante desagradable. No se hace normalmente. Nos ha preocupado. El tema es grave, sin prejuzgar".

Estas fuentes explicaban así la razón de añadir la suspensión a la apertura de expediente: "Si le incoamos expediente y le dejamos examinar a los alumnos no habríamos resuelto nada". Aunque estas fuentes abonaban la necesidad de preservar la presunción de inocencia, plantearon su impresión de que la denuncia estaba "bastante documentada". "Si no hubiera algo de verdad, no se habría planteado el tema como se ha planteado". La denuncia la firmaron 15 estudiantes.

En medios del rectorado se estimaba que si los denunciados manoseos a alumnas son ciertos, "tendrán repercusión penal". No obstante, estas fuentes dijeron que el rectorado, con independencia de esa grave acusación, habría abierto una investigación al tener noticia del lenguaje que en clase empleaba Ollero, acusado de llamar "gatitas, ratitas y cielo" a las alumnas y de alertar sobre la perniciosa influencia de estudiantes "homosexuales, lesbianas y porreros".