El banderillero El Campeño continúa estacionario dentro de la extrema gravedad
El estado del banderillero Antonio González El Campeño, que sufrió una cornada en el cuello en la corrida del pasado domingo en Las Ventas, no ha experimentado ninguna variación, dentro de su extrerna gravedad. El parte médico facilitado a primeras horas de la tarde de ayer por los doctores que le atienden en el hospital Primero de Octubre, de Madrid -al frente de los cuales figura el doctor Teodoro Larranz-, dice que el torero "continúa ingresado en la unidad de reanimación, con respiración artificial, coma barbitúrico inducido; mantiene las constantes vitales con normalidad. Pronóstico gravísimo". A las nueve de esta mañana será facilitado un nuevo parte médico.El Campeño superó la operación a que fue sometido en la madrugada del martes y que consistió en recuperar la circulación de su sangre, para lo cual se le instaló un by pass en la yugular seccionada. Tras esta intervención quirúrgica, los médicos estimaron conveniente que sus constantes vitales se mantuvieran al mínimo, en un estado semejante a la vida vegetativa, pero siempre controlado médicamente.
Lo que más preocupa ahora es el edema cerebral que surgió al sufrir el herido la parada cardíaca de 20 segundos que le tuvo clínicamente muerto en la enfermería. Esta lesión puede acárrearle disfunciones en este órgano vital y, es la que trata de corregir a toda costa el equipo medico que le atiende en el Hospital Primero de Octubre.
La esposa del banderillero, Pilar Sánchez, no se ha movido ni un momento de la clínica, desatendiendo los consejos de médicos, familiares y amigos. La habitacion contigua a la Unidad de Cuidados Intensivos ha visto desfilar a numerosas personas que se interesaban por El Campeño. Una de ellas fue la del torero Joselito, a cuya cuadrilla pertenece, que le visitó a primeras horas de la mañana y a últimas de la tarde.
El doctor Máximo García Padrós, que le operó en la enfermería de Las Ventas, también se pasó por el Hospital a últimas horas de anoche y manifestó su esperanza en que el herido pueda salir adelante. "En la plaza nos limitamos a intentar salvarle la vida y a detener la hemorragia", comentó, "por eso se le intervino de nuevo en el Primero de Octubre, tras realizarle un scánner, que nos determinó la existencia del edema cerebral".
García Padrós aseguró que el peligro de un desenlace fatal continuará como mínimo hasta pasadas 48 horas desde la cogida. "En este tipo de lesiones no se pueden hacer pronósticos", dijo, "ya es un éxito que permanezca estacionario 26 horas después del percance".
Babelia
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