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Cobra fuerza en EE UU la idea de legalizar las drogas

Exasperados por la aparentemente interminable ola de asesinatos y corrupción generada por el tráfico mundial de droga, un creciente número de funcionarios públicos y expertos han comenzado a pedir un debate sobre algo que hace algunos años se hubiera considerado impensable: legalizar las drogas.

Los alcaldes de Washington, Baltimore y Mineápolis y numerosos congresistas norteamericanos han declarado en las pasadas tres semanas que la prohibición contra las drogas puede haber fallado. Todos ellos pidieron al Gobierno que reconsidere las leyes contra la cocaína, heroína, marihuana y otras drogas.

"Repentinamente, he comenzado a recibir al menos una llamada al día de parte de miembros del Congreso y de otros investigadores acerca de la legalización de la droga", dijo Peter Reuter, economista de la Rand Corporation en Washington y uno de los pocos expertos que estudia el mercado ilegal de la droga.

El argumento de los partidiarios de la legalización parte de la base de que son las leyes contra la droga, no las drogas en sí mismas, lo que causa los principales daños a la sociedad.

Si las drogas fueran legales, continúa el argumento, los mercados ilegales perderían decenas de miles de millones de dólares, los imperios de los barones de la droga se derrumbarían, los adictos dejarían de cometer crímenes callejeros para financiar su hábito, y la policía, los jueces y las cárceles dejarían de estar desbordadas por un problema que no tiene esperanza de solución.

Apostasía

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La mayor parte de los políticos y responsables de la Administración todavía ven el abandono de las leyes antidrogas como una peligrosa apostasía. Según ellos, la legalización de la droga podría hacer a estas sustancias más baratas, puras y mucho más fácilmente accesibles, lo cual podría provocar un salto en la curva de adicción, en los costos hospitalarios, muertes por sobredosis, destrucción de las familias y daños a la propiedad. Las pérdidas, afirman, podrían superar de lejos a los beneficios.Por mucho más de una década, la idea de la legalización ha estado tan lejos de formar parte aceptable de un debate que virtualmente no ha habido ninguna investigación o estudio sobre sus posible efectos.

Sin embargo, según algunos expertos, informes de finales del pasado siglo, cuando la cocaína y la heroína eran legales en Estados Unidos; estudios acerca del período de la prohibición del alcohol, entre 1920 y 1933; y la invasión de la cocaína barata en los comienzos de la actual década, sugieren que una legalización actual conduciría a consecuencias sanitarias más serias.

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