El Joven Ballet de Bilbao, único grupo que interpreta obras completas clásicas

Debutar como profesionales aceleró el ritmo de su corazón, y no en el momento de la ovación final -quizá el más esperado por muchos artistas, sino desde el instante en que comenzaron a dar sobre el escenario del teatro. Arriaga el 26 de junio de 1987. Fue el día de debú. La prueba de fuego para pasar de ser un grupo de personas que bailaba a convertirse en una compañía de ballet el Joven Ballet de Bilbao, la única compañía que hace un repertorio del clásico completo en España algo que ni siquiera hace la Compañía Nacional.

La obra elegida para aquella ocasión fue Giselle, que se representó por primera vez desde el principio hasta el final. La creación del baHet surgió de la iniciativa privada de Rafael Martí, el maestro de baile, que apostó por convertir a los jóvenes estudiantes de ballet de su escuela en una compañía profesional de danza. "Yo no hago niños de sala", afirma Martí, "porque luego hay que subirlos a un escenario y hacer un espectáculo que dura dos horas y media, donde tienen que dar vida a un personaje imaginario. Para eso hay que ser un artista. Yo pienso que una persona que no tiene alma de artista no puede ser un bailarín, porque bailar es mucho más que hacer unos movimientos técnicamente perfectos".La compañía de ballet está formada por 22 bailarines. Los más mayores tienen 16 años, y los pequeños, tres años menos. Según su edad asumen diferentes responsabilidades dentro de la compañía. Sólo 10 personas, cuatro chicos y seis chicas, llevan el peso de la compañía. Son los mayores. Los que tiene 15 o 16 años. Los profesionales, que bailan ocho horas al día. A éstos les siguen los que tienen 14 o 15 años, encargados de realizar el cuerpo de baile del ballet, y finalmente están los más pequeños, los merito, jóvenes de 13 o 14 años que entran a formar parte de la compañía a medida que crecen y tienen más preparación.

Combinar estudios y baile fue una etapa dura para todos ellos. Después de apostar por el baile, la mayor parte de los alumnos ha recibido ayuda de la escuela de bañe, o, lo que es lo mismo del propio Rafael Martí. Ahora, Ángeles Sautiño, bailarina y ayudante de dirección del Joven Ballet, gestiona entre las instituciones una beca de ayuda para que estos jóvenes profesionales dispongan de unos ingresos mensuales mínimos que les permitan dedicar su tiempo en exclusiva a la danza. "El ballet ha salido de Bilbao, de una cantidad de artistas que hay aquí", afirma Ángeles. "Se empezó de una forma muy privada, pero hemos llegado a un punto en el que o adquiere un carácter oficial o cada cual va a coger su maleta y se va a ir por su lado. Se trata de la vida de muchas personas, y las becas van a ser un gran estímulo".

Primeros bailarines

Todos son primeras figuras. En el reparto se busca que el papel se adapte a la personalidad del bailarín. No se da siempre el papel principal a la misma persona. "Todos van a tener su oportunidad", afirma Ángeles, "no tenemos primeras figuras. Todos los papeles los pueden hacer varias personas, porque sólo se valora el trabajo y el talento..Por eso la gente sigue manteniendo la ilusión".

La compañía tiene claro que hay que intentar recuperar a toda la gente que ha bailado con ellos Cuando alguien no puede dar más de sí mismo para la danza, se le orienta hacia otras labores dentro de la propia compañía como el diseño del vestuario, la coreografía, la fotografía, porque hay que recuperar a todo el que tenga talento y ganas de trabajar Es el caso del joven pianista de la compañía, que empezó bailando con ellos y por diversos motivos no pudo continuar.

Mantienen el espíritu de equipo, donde todo el mundo quiere aportar lo mejor de sí mismo. Han creado entre todos una biblioteca flotante. Con dinero que ahorran de sus pagas van comprando libros que luego se intercambian entre ellos. Acuden juntos a ver las exposiciones de arte y a los teatros.

El futuro más inmediato de la compañía ya está diseñado en la agenda de trabajo. En septiembre presentarán en Bilbao su segundo ballet, Don Quijote, y en diciembre llegará el estreno de Cascanueces. Con estos dos nuevos montajes serán ya tres las obras de su repertorio. En septiembre comenzará la primera gira por las capitales vascas para continuar luego por el respeto de España. La primera gira profesional de un ballet con una media de edad de 15 años.