El general, apologeta de su régimen

ENVIADO ESPECIALEl presidente de Paraguay, general Alfredo Stroessner, realizó una apología de su régimen ante el cuerpo diplomático acreditado en Asunción y el papa Juan Pablo II, que en su discurso se abstuvo de replicar a las palabras autolaudatorias del dictador.

Stroessner, de 75 años, no desaprovechó la ocasión que le brindaba el solemne acto con motivo de la presencia del Papa en el palacio de López, sede de la Presidencia. El decano de los dictadores latinoamericanos, que gobierna Paraguay desde hace 34 años, no se recató en afirmar ante el Papa que "en Paraguay vivimos en democracia, con periódicas y limpias elecciones, como las realizadas el pasado 14 de febrero", y añadió que "el acto comicial, de cuya pureza fueron testigos importantes personalidades políticas provenientes de diversos países del mundo, se realizó en un ambiente de orden y madurez cívica, sin que se derramara una gota de sangre".

Stroessner se refirió también al triunfo "por abrumadora mayoría" de su Partido Colorado que, dijo, "ostenta el mérito de 100 años de lucha al servicio de la libertad, de la democracia y de los derechos humanos". En la apología de su régimen, Stroessner dijo al Papa que "aquí no se sufre el flagelo del terrorismo, del hambre o de las drogas".

El Papa, con gesto hosco, siguió con visible incomodidad y cierto aire de aburrimiento las palabras de Stroessner, quien leyó su discurso con algún que otro, trompicón. Los presentes aplaudieron a Stroessner, pero el Papa no lo hizo y se acercó al podio tras un breve saludo al dictador.

En su discurso, el Pontífice destacó que su viaje es "estrictamente religioso" y no replicó en ningún momento a las palabras de Stroessner.