La dimisión del director del festival pone en peligro la continuidad de la muestra
Diez años de presencia anual continuada, que convirtieron la Muestra Internacional de Teatro de Valladolid en una de las más prestigiosas de Europa, podrían haber concluido tras la función de clausura de esta última edición, el pasado sábado, en el teatro Lope de Vega de esta ciudad. FA estreno en España de Penthesilea, bajo la puesta en escena del mítico director Hans Mirgen Syberberg y la interpretación de la no menos conocida Edith Clever, fue recibida con entusiasmo por el público. La dimisión del director del festivaL, Juan Gonzaléz Posada, pone en peligro la continuidad de este certamen.
ROSANA TORRES ENVIADA ESPECIAL, Apenas unos momentos después que Edith Clever rindiese en escena las cuatro horas ininterrumpidas de monólogo con que se daba por concluida la 10ª edición de la muestra desarrollada en Valladolid a lo largo de la pasada semana, su director, Juan González Posada, anunciaba su intención irrevocable de presentar la dimisión del puesto.González Posada, alma máter del certamen desde sus inicios, razonaba su decisión de dimitir en el desconocimiento del presupuesto real, que este año giraba en torno a los 21 millones de pe setas, durante la preparación del certamen. A ello se suma lo que considera el desprecio de las diferentes administraciones hacia la muestra, la ausencia de un equipo de trabajo estable que debe ser sustituido por un exceso de voluntarismo, la provisionalidad total a la hora de trabajar y el sentimiento de estar engañando a grupos con los que se apalabra la actuación para después tener que anularla.
Se da el caso que en la presente edición se han tenido que anular compromisos adquiridos con las compañías de profesionales de la escena tan significativos corno Jan Fabre, Robert Wilson o Marilyn Monck.
Gran acogida
La dirección de Syberberg y la actuación de la Clever en Penthesilea arrancaron una ovación de cinco minutos al público, que supo seguir el larguísimo monólogo en versión original. Conviene recordar que la actriz está considerada como una de las intérpretes favoritas de Peter Handke, Eric Rohmer, Peter Zadek o Peter Stein, y que Syberberg pasa por ser, además de director de cine y teatro, un importante ensayista y un originalísimo e insobornable artista. En declaraciones a EL PAÍS, este último insistió en su estética del pesimismo afirmando que todo el arte está muerto y que la situación actual de Europa desde la óptica de la cultura es similar a la de la Grecia sometida por los turcos.
Él, que abandonó la RDA tras ser suspendido en un examen de interpretación ("última oportunidad que estaba dispuesto a darle al Este"), considera hoy que la ventaja del mundo occidental para el creador es "que la oportunidad termina por llegar para éste".
Sus palabras pueden ser las postreras sobre las que montar la reflexión de los 10 años de la Muestra de Teatro Internacional de Valladolid, que en la presente edición ofreció acogida a grupos y personalidades como el Trío Le Cercle, Jo Andres, Adriana Borriello, John Lurie, La Fura dels Baus, Korole Ermitage, además de los ya mencionados. En este tiempo fueron presentados en la ciudad, por primera vez en España y en muchos casos en Europa, mitos contemporáneos como Laurie Anderson, Jon Jesurun, Mikel Clark, Susanne Linke, John Hassell, Anne Therese.
El viernes, un grupo local de estudiantes de arte dramático se manifestaba en la calle con un doble objetivo: apoyar a la muestra y denunciar la falta de ayuda y salidas profesionales a su labor. El pesimista Syberberg veía también sus pancartas. Así, pues, en Valladolid todo era pesimismo.
