La inocencia de los puentes
Debe ser cosa de la primavera que no sólo la sangre altera, sino las metáforas, las buenas formas y hasta -como se verá- el uso honesto de los puentes. Muguerza insiste en su detestable metáfora de los puentes y las instituciones. Como lo ha dicho lo mantiene, por aquello de no enmendalla, aunque su reconocida nobleza no le obliga a tanto. Después defiende con ardor la inocencia institucional, poniendo en peligro las ciencias políticas y aun la facultad de las mismas, que innecesaria sería si las instituciones vinieran de París, como antes los niños.En tercer lugar, ¡pero qué primavera!, Muguerza me lanza un desafío. Suena muy fuerte eso del desafío, muy fuerte en Burgos, donde tenemos la Edad Media en la calle, en los monumentos, en los despachos municipales y, por supuesto, en los puentes, pletóricos de estatuas cidianas. Pero ¿por qué me desafía a escrutar en su trayectoria si conozco su honestidad mucho antes que sus
Pasa a la página siguiente
La inocencia de los puentes
Viene de la página anteriormetáforas? ¿Y qué tendrá que ver el rechazo de su fea y peligrosa figura retórica para que yo mantenga por usted la estima de siempre? Hablamos de metáforas, no de personas. Y es aquí donde le desafío yo a probar esa teoría suya de la inocencia institucional, y cartel le pongo, o paso honroso, o como quiera llamarlo, a que en singular combate lave el honor de la mancillada dama, con lo que a instituciones me refiero, y, en general, no sólo a la suya.
Termina Muguerza su carta (EL PAÍS, 1 de mayo de 1988) con esta afirmación que también es una perla retórica: "Mantengo la comparación: las instituciones son como puentes, por encima de los cuales acostumbra a pasar la gente, que a veces aprovecha para hacer bajo ellos sus necesidades. El primero es un cometido honroso de los puentes...". Recojo su insinuación, pero en vez de alegar mis buenas costumbres, me declaro culpable. Y es que frente a los filósofos pontífices (etimológicamente, constructores de puentes) hay filósofos malditos, que sospechan de todo, instituciones incluidas, que malpiensan y malviven sin retrete oficial y que se refugian donde pueden. Son los lumpen de la filosofía, obligados a ser deshonestos hasta en la evacuación natural; pero, eso sí, enemigos de metáforas peligrosamente tecnocráticas. Le invito a que visite, señor Muguerza, ese submundo, que a lo mejor encuentra allí a gente interesante. Podría -permítaseme imaginar- encontrar a un tal Rousseau, a quien le interesaría su tema de la bondad natural de las instituciones; a Baudelaire, que le enseñaría el arte de la metáfora, y a otros muchos que, sin duda, conoce por haberlos visto alguna vez desde la magnificencia de su alto puente institucional. Así que lo dicho, y que la primavera no vaya a peor para nadie.- Luis Martín Santos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Mueren un hijo menor y su padre intoxicados por humo en una vivienda de un pueblo de Palencia
Montero sobre la gestión sanitaria en Andalucía: “Moreno quiere coquetear con el copago”
El Papa lamenta en su mensaje de Navidad el sufrimiento de la población de Gaza
Las princesas Beatriz y Eugenia de York se unen a la Navidad real en Sandringham tras el año funesto de sus padres por el ‘caso Epstein’
Lo más visto
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- Juan Carlos Ferrero: “Más que dolor, siento pena; los finales siempre son tristes”
- Los ‘whatsapps’ de Mazón a Feijóo del día de la dana: “Un puto desastre va a ser esto presi”
- El líder groenlandés responde a Trump: “Groenlandia es nuestro país. Nuestras decisiones se toman aquí”
- La cúpula de Vox votó por unanimidad la destitución de Javier Ortega Smith




























































