Felipe González se compromete con Nicolás Redondo a efectuar cambios en la política social

, El presidente del Gobierno, Felipe González, se ha comprometido con Nicolás Redondo, en diversos contactos mantenidos en las últimas semanas, a efectuar cambios en la política social. Aunque el responsable del Gobierno no ha especificado en qué consistirán las medidas que quiere poner en marcha, no conllevarán grandes rectificaciones en la política económica ni implican la salida de Carlos Solchaga del Ministerio de Economía. El nuevo rumbo de las relaciones en el seno de la familia socialista afecta también a la solución de las crisis del metal y la minería, federaciones en las que se intenta conformar ejecutivas de síntesis antes de sus congresos respectivos, que tendrán lugar después del próximo verano.

El compromiso del presidente del Ejecutivo con el secretario general de UGT fue expuesto también por Felipe González en la comida que mantuvo con la ejecutiva del sindicato en un restaurante vasco, el pasado 18 de abril, tras el acto de constitución del patronato del centenario de la central.Aunque hay algunas reticencias, prácticamente toda la ejecutiva de UGT se ha dejado convencer por la promesa de González, quien espera poner en marcha los cambios en la política social después de las elecciones autonómicas catalanas. Por ello el máximo dirigente ugetista, en el mitin del Primero de Mayo, no sólo habló, como en anteriores ocasiones, de la necesidad de proceder a un "giro social", sino que dijo estar convencido de que el Gobierno lo va a poner en marcha. Allí también expuso una serie de conflictos laborales estancados, para los que prefiere la vía de la negociación antes que la confrontación, como los que afectan al sector naval, Alúmina-Aluminio y el de los maestros, donde ya existe un preacuerdo.

Felipe González confirmó en la conferencia de prensa del pasado viernes que está dispuesto a ampliar los márgenes de la política social siempre que no se incremente el déficit público, y anunció una próxima entrevista con la ejecutiva de UGT. El presidente no ha querido precisar en qué van a consistir los cambios en la política social, pero hay una serie de cuestiones que para el sindicato socialista y para Comisiones Obreras son urgentes.

Los dos sindicatos quieren que se abran mesas negociadoras para incrementar la cobertura a los parados, y proceder a la reforma de las oficinas de empleo. Dos temas que afectan a los colectivos más golpeados por la crisis, los parados de larga duración y los jóvenes, y que tanto Felipe González como el ministro de Trabajo, Manuel Chaves, quieren empezar a discutir a finales de mayo o principios de junio, fechas para las que también quieren tener cerrada la constitución del Consejo Económico y Social.

UGT y CC OO pretenden también que se establezca un compromiso para mejorar la calidad y cantidad de los puestos de trabajo, diferente y más amplio que el plan de empleo juvenil del PSOE.

UGT espera ahora que, además, se produzca por parte del PSOE un reconocimiento de la autonomía del sindicato, el cese de "las injerencias" externas y que no se dramaticen las críticas puntuales que el sindicato haga respecto a determinadas medidas del Gobierno.

Dudas de Lito

El nuevo clima en las relaciones entre la central ugetista y el Gobierno se ha puesto de manifiesto en la menor beligerancia de los responsables sindicales en los actos del centenario y del Primero de Mayo y en que el sindicato no ha respondido al documento del PSOE, donde el partido exponía los positivos logros de la política económica. El alto el fuego en la pelea de la familia socialista puede tener también consecuencias determinantes en la solución de las crisis de las federaciones del metal y la minería.Antón Saracíbar y los dirigentes ugetistas más proclives al diálogo están intentando por todos los medios conformar ejecutivas de síntesis de cara a la celebración de los congresos del metal y la minería, para que no haya vencedores ni vencidos, y así superar la división que existe en el seno de las dos federaciones, reflejo de las divergencias entre el partido y el sindicato.

De momento, Manuel Fernández Lito está reconsiderando la posibilidad de presentarse como candidato a la secretaría general del metal, y en los próximos días hará pública su decisión. Antonio Puerta mantiene su candidatura pese a que varios miembros de su anterior equipo son proclives a la solución negociada. En la federación de minería también se busca una salida que no suponga ni el triunfo de Antón Saavedra ni el de José Ángel Fernández Villa. El congreso de la minería está convocado para el 12 de octubre próximo, y el del metal puede tener lugar en septiembre, según Saracíbar, presidente de la gestora que dirige esta organización desde la destitución de la ejecutiva metalúrgica.

La búsqueda de soluciones de síntesis es apoyada por dirigentes del partido socialista, conscientes de que "las organizaciones son más importantes que las personas", y ven que proseguir en la pelea puede conducir a un camino sin retorno.