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La buena vecindad

La cooperación entre los países balcánicos se ha despertado con la reunión de los ministros de Exteriores en Belgrado el pasado febrero. Se trata ahora, según el autor, de eliminar mediante esfuerzos comunes los factores desestabilizadores, aumentando los elementos que hagan más sereno el cielo de esta región.

La reunión en Belgrado de los ministros de Asuntos Exteriores de los países balcánicos, celebrada en febrero de] año en curso, ha adquirido el contorno de acontecimiento de trascendencia internacional. Este primer foro en su género en la historia de nuestra región ha marcado un importante paso hacia el camino de la buena vecindad entre los países balcánicos, dando un impulso a la cooperación balcánica.Según opinión general, la reunión de Belgrado estuvo preparada y transcurrió bajo la influencia de algunos cambios positivos en la situación internacional, especialmente en el desarrollo de las relaciones soviético-norteamericanas. En un grado u otro, puede ser considerada como muestra del nuevo pensamiento político, que se convierte en arma importante para tomar conciencia de la realidad en un mundo interdependiente, parado ante la tarea global de liberarse de la pesadilla nuclear y sobrevivir.

Quizá la particularidad principal de la reunión de Belgrado consista en que alrededor de una mesa se hayan reunido representantes de una región cargada de un pasado complicado y contradictorio, con diferencias y contenciosos acumulados, países de diferente orientación de política exterior, pertenecientes a organizaciones militares opuestas. Los ministros de Exteriores de estos países pusieron de manifiesto su voluntad política de situarse a la altura del reto de nuestro tiempo y colocar en un primer plano asuntos que representan interés mutuo. En la capital yugoslava se ha efectuado un diálogo activo y constructivo, que por su esencia constituye un testimonio de la disposición a abandonar los estereotipos de ayer que están pasando de moda y formar las premisas necesanas para dinamizar la cooperación balcánica en todos los ámbitos. En este sentido, podríamos considerar que la reunión ha abierto una clara brecha psicológica, dando un indudable impulso a los esfuerzos para el mejoramiento ulterior del clima político en la región.

Se destacó que la liberación de la región de armas de exterminio masivo aumentará mucho el grado de estabilidad. Se trata, esencialmente, de un desarrollo de los aspectos balcánicos del proceso general europeo.

Cooperación industrial

Durante los tres días que duraron las discusiones se hizo hincapié en las posibilidades para la cooperación económica en todas sus dimensiones: cooperación industrial, intercambio de tecnologías, energética, transporte, economía agropecuaria, etcétera. Ha encontrado apoyo general la idea para la creación de un instituto que realice estudios sobre los problemas de la cooperación económica balcánica.

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Tiene cada vez más aceptación la idea búlgara de que deben multiplicarse los esfuerzos para la realización práctica de la defensa ecológica de la península balcánica. Se vilumbra la perspectiva de que en un futuro próximo se coordine un proyecto de documento que se firme a nivel gubernamental.

Los participantes en la reunión subrayaron la gran importancia que tienen las relaciones culturales, los problemas humanitarios, los esfuerzos mutuos en la esfera de las comunicaciones directas entre los países balcánicos y los asuntos relativos a la lucha contra el terrorismo, el tráfico de drogas, etcétera.

En la marcha hacia una región de más gestos de entendimiento y buena vecindad crece la importancia de las organizaciones e instituciones no gubernamentales. En la edificación de la casa balcánica se espera un compromiso más fructífero de la sociedad en su totalidad, parlamentarios, científicos, personalidades de la cultura, periodistas.

Los Balcanes están cambiando los conceptos que el mundo tiene de ellos, acumulandos a lo largo de los años; incluso en cierto sentido constituyen un ejemplo de enfoque moderno y creativo hacia asuntos internacionales de actualidad.

Cielo sereno

Deseo subrayar que la delegación búlgara participó en la reunión de Belgrado con la sincera intención de hacer todo lo que estuviera a su alcance para lograr su transcurso con éxito para la obtención de resultados concretos. En nuestro punto de partida estaba la comprensión de la necesidad de eliminar, mediante esfuerzos comunes, los factores desestabilizadores, aumentando los elementos que pudieran hacer el cielo balcánico más sereno. Me alegra constatar que esta posición bien fundamentada y realista ha sido altamente valorada y la voz búlgara ha sonado fuerte y con autoridad.

La reunión de Be1grado brindó también la posibilidad de intercambio de opiniones sobre una base bilateral. Se trata de manifestaciones que han enriquecido el contenido de este acontecimiento diplomático. Un factor esencial dentro de este contexto es el protocolo búlgaro-turco, suscrito en vísperas de la reunión en la capital yugoslava. Construido sobre los principios del respeto mutuo y la no injerencia en los asuntos internos, este documento crea premisas para sacar las relaciones búlgaro-turcas del estado de estancamiento y para su desarrollo normal en interés de ambos pueblos vecinos. El ser socios como una necesidad real se basa en saber dialogar en pie de igualdad, respetando los puntos de vista y los derechos soberanos de cada uno de los participantes en este diálogo, buscando con paciencia los intereses comunes y duraderos.

Perspectivas

La reunión de Belgrado de los ministros de Exteriores de los países balcánicos abre la perspectiva para elevar la cooperación balcánica a un nivel cualitativamente nuevo. Sin que nos convirtamos en presa de ilusiones, sin subestimar las dificultades existentes, podemos expresar la esperanza de que hemos elegido el camino correcto. La sociedad balcánica celebra estas manifestaciones esperanzadoras en esta antigua tierra.

Petar Mladenov es ministro de Asuntos Exteriores de la República Popular de Bulgaria.

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