Nadie podrá leerlos todos

, Desde este mes los editores, libreros, distribuidores y lectores disponen de un nuevo instrumento de consulta: el catálogo actualizado del International Standard Book Number (ISBN), que incluye la relación, por autores, títulos y materias, de todos los libros españoles de los que existe edición adquirible y que han sido editados hasta el 31 de diciembre de 1987. Añadido a las separatas que se editan cada mes desde el pasado enero y que incluyen el código de barras, hacen que por primera vez se disponga en España de un banco de datos actualizado sobre libros. En números redondos, España puede ofrecer a los compradores un cuarto de millón de títulos. Nadie nunca podrá leerlos todos.

La última publicación global de los títulos de libros españoles existentes en España data de 1984. En aquel tiempo, no existía aún la agencia española del ISBN y el trabajo corrió a cargo del hoy extinto Instituto Español del Libro (INLE). Posteriormente, la agencia publicó un volumen que recogía los títulos aparecidos entre 1984 y 1986 y, desde enero viene sacando con regularidad las actualizaciones mensuales Sin embargo, este conjunto de volúmenes hacía difícilmente manejables los datos, además de existir, en buena parte del sector, cierta desconfianza hacia los resultados.Consciente de ello, Carmen Lacambra, actual directora de la agencia española del ISBN, cargo que comparte con el de directora del Centro del Libro y la Lectura, dependiente del Ministerio de Cultura, decidió asumir como tarea prioritaria la puesta al día de los datos y la edición del registro por títulos, autores y materias. El resultado ya está disponible y ella está convencida de que, aunque no es todo lo que puede hacerse, es el primer paso hacia el futuro.

Nuevo programa

El resto de los pasos consistirá en la compra de un nuevo programa de ordenador para procesar los datos y la puesta a la disposición de los interesados de los volúmenes en CD-rom (disco que sólo admite ser leído). La decisión sobre el programa a utilizar ya está prácticamente tomada: la agencia adquirirá el mismo sistema que utiliza la agencia alemana del ISBN y lo aplicará en España. Dentro de pocos días, Carmen Lacambra y Gonzalo García, coartífice informático de la obra, viajarán a Francfort para ultimar los detalles. Si todo va como debiera, en otoño, quizá coincidiendo con Liber o la Feria del Libro de Francfórt, se podrán presentar los primeros discos, aunque no podrán ser comercializados hasta 1989.

El actual catálogo de libros españoles incluye un total de 271.154 títulos, casi todos ellos asequibles a los lectores. Casi todos porque hay un bloque, el de los volúmenes publicados por algunas instituciones y el de la autoedición, que, por razones relativas a la antigua asignación de prefijos editoriales, no puede garantizarse que existan.

El título más reciente es anterior al 31 de diciembre del pasado año, pero no se sabe cuál sea el de mayor antigüedad, ya que el ISBN empezó a elaborarse en 1972, pero incluye obras aparecidas muchos años antes. En la medida en que éstas no hayan sido declaradas como agotadas por las editoriales, han sobrevivido en el actual catálogo. Esto hace que, aunque el bloque importante de títulos corresponda a los años de vigencia del ISBN, y en especial a los últimos cinco años, puedan hallarse algunos volúmenes que, en puridad, podría pensarse que es más adecuado buscar en las librerías de viejo.

La relación de que se disponía hasta 1986 ha sido depurada en el siguiente sentido: se han eliminado todos los títulos que las editoriales han dado como agotados y los publicados por empresas que no han registrado ningún tipo de actividad en los últimos cinco años. Ahora bien, aunque la actual política de la agencia es asignar un número de registro editorial a todos aquellos que editen libros, hasta hace poco las cosas funcionaban de un modo diferente. La mayoría de las instituciones públicas o para públicas estaba englobada en un mismo número, lo que hace difícil su seguimiento posterior.

Precio actualizado

Actualmente, la agencia ha decido ya asignar prefijos específicos a estas instituciones, especialmente a la vista del incremento de actividad que han tenido en los últimos años. El caso de los autores que se autoeditan es, si cabe, más complicado, ya que las direcciones facilitadas en el momento de la aparición del texto cambian con muchísima frecuencia. En la duda, se han mantenido estos títulos. Y es que la lógica aconseja pensar que no están agotados, aunque resulte difícil saber a qué lugar acudir para obtener un ejemplar. También han sido actualizados los precios de un total de 98.000 volúmenes.

Hay un segundo tipo de libros que no figuran en el actual ISBN. Son los llamados libros de encargo. Aquellos que son editados por casas españolas, que en no pocos casos se limitan a prestar servicios de impresión, por encargo de firmas extrajeras. Libros en lenguas no peninsulares y que serán destinados íntegramente a la exportación.