Ramón Mateu culpa a su hermano muerto de las estafas que le atribuyen a él
, Ramón Mateu, gerente de Mateu & Mateu, el mayor imperio de transportes de España, que quebró en 1979, acusó ayer a su hermano) Mariano, fallecido de cáncer, de ser el responsable de diversos delitos de estafa, apropiación indebida y falsedad de los que él está acusado y por los que el fiscal pide para él penas que suman 34 años de cárcel.
El industrial está acusado de haber utilizado procedimientos ilegales para obtener dinero con el que relanzar la empresa durante la crisis de 1979. La sociedad, de la que Ramón era el principal responsable, se apoderó de los importes de diversos reembolsos por valor de 25 millones de pesetas y se apropió de 10 millones que le habían entregado dos clientes para que pagaran los aranceles de aduanas correspondientes a sus transportes internacionales. Además obtuvo 54 millones de dos empresas para financiar por el procedimiento de leasing, la compra de contenedores y furgones frigoríficos inexistentes que supuestamente: estaba construyendo una empresa ficticia creada por los Mateu.Ramón Mateu, en el juicio iniciado ayer y que hoy continúa en la Audiencia Nacional, culpó a los asesores jurídicos de la empresa de haberle hecho firmar unas letras, abusando de su buena fe, para crear unas obligaciones aparentes que impidieron a Petrolífera Shell SA, a la que Mateu debía 27 millones de pesetas, cobrar la deuda o embargarles los bienes. Ramón aseguró que no sabía que la, operación era una estafa, sino que los asesores jurídicos le dijeron que se trataba de unas medidas de protección de la, empresa para que los acreedores no provocaran el hundimiento o la quiebra de la sociedad.
Mateu precisó que él se dedicaba a la coordinación entre las diversas agencias de transportes que tenían autonomía propia, y que las altas finanzas así como la compra de vehículos o contenedores, eran actividades propias de su hermano Mariano, que era el presidente ejecutivo de la compañía. Con ello pretendía culpar a su hermano de las operaciones fraudulentas de los furgones frigoríficos y los contenedores.
Sin embargo, su afirmación fue puesta en entredicho por su propia hermana Dolores, también procesada, quién afirmó que Ramón era consejero delegado y gerente de la empresa y que tenía al menos tanto poder de decisión como su hermano Mariano
.Operaciones sospechosas
Ramón Mateu insistió en que había firmado letras, avalado operaciones sospechosas y reconocido haber recibido contenedores que luego se supo que nunca se habían fabricado, por "confianza absoluta" en su hermano. "El día en que falleció mi hermano", dijo, "lamenté que el día en que se celebrara este juicio no pudiera estar presente para explicar las cosas. Lo que él me decía iba a misa hasta dos días después de presentar la suspensión de pagos".
Junto con Ramón Mateu se encuentran procesadas otras cinco personas, miembros del consejo de administración o directivos de la sociedad. El fiscal pide para Dolores Mateu, Gonzalo Gracia, Luis Marca y Jorge Llovet penas de cuatro años de prisión y para el apoderado Angel Fernández Sobrino, un año y cuatro meses de cárcel.
Todos ellos señalaron que no tenían ninguna capacidad de decisión y que se limitaban a seguir las instrucciones que les daban los hermanos, especialmente Ramón. Gracia, que formó parte del consejo de administración después de la suspensión de pagos, afirmó que no tuvo ninguna actuación y que accedió a ocupar su puesto por amistad con Mariano.
Luis Marca, administrador de dos empresas ficticias de los Mateu reconoció que las citadas sociedades no tenían actividad alguna y que no conocía las maquinaciones de los hermanos para obtener créditos sobre material inexistente.
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