La vuelta a la vía armada

Leopold Joredié, dirigente de la Unión Caledoniana, ha asegurado que los acontecimientos de esta última semana constituyen la primera fase de la estrategia independentista "La segunda", ha asegurado, "empezará después de la segunda vuelta de las presidenciales: es preciso que se establezca una relación de fuerzas que nos permita la apertura de negociaciones con el nuevo Gobierno".

La vía armada significa para la débil minoría melanesia de Nueva Caledonia una apuesta a cara o cruz aprovechando la elección presidencial, después de los reiterados fracasos de las vías reformistas y de la resistencia pacífica.

Pero los canacos no tienen medios, población suficiente ni condiciones geográficas para protagonizar un conflicto bélico contra Francia, y se limitarán al acoso violento de las fuerzas del orden. La derecha francesa presenta a los propios socialistas como inspiradores de los disturbios de Nueva Caledonia con el fin de desprestigiar a Chirac y lanzar sus votantes en brazos del Frente Nacional. La minúscula guerra en la pequeña Argelia austral, en cualquier caso, ha recordado a muchos franceses la otra guerra de Argelia, la auténtica, cuyas cicatrices aparecen en buena parte en la cuestión de la inmigración, central en el debate electoral francés.