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LA CARRERA HACIA EL ELÍSEO

La Argelia del Pacífico

Amplio triunfo de la derecha y la extrema derecha en Nueva Caledonia

Lluís Bassets

Nueva Caledonia, el lejano archipiélago francés austral, lleva camino de convertirse en una remota Argelia del Pacífico. El boicoteo de las elecciones presidenciales y regionales lanzado por los independentistas se ha convertido en pocas horas en un principio de guerra civil que ha producido ya seis víctimas mortales, cuatro entre la gendarmería, el viernes, y una joven melanesia y otro joven de 17 años, muertos ayer, además de numerosos heridos.

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Los resultados de las elecciones del domingo son también altamente reveladores del espíritu dominante entre la población de origen europeo o caldoche: Jacques Chirac obtuvo una votación de mariscal, con cerca del 75%, seguido de lejos por el Frente Nacional, con un 12%.En las elecciones regionales los electores se inclinaron todavía más hacia la derecha. De los 48 escaños de consejeros regionales que van a sentarse en la Asamblea del territorio, 35 van a parar al RPCR (Asamblea para una Caledonia Republicana), el partido equivalente al RPR (Asamblea para la República) de Chirac. El Frente Nacional obtiene ocho escaños, con un porcentaje del 26%. Los cinco escaños restantes son para dos pequeñas formaciones de extrema derecha. A partir de ahora desaparece totalmente la incipiente participación de los partidos independentistas canacos en la vida política.

Las elecciones regionales fueron convocadas coincidiendo con las presidenciales a instancias del RPCR, interesado en aprovechar la popularidad de que goza Jacques Chirac entre los caldoches para obtener el máximo de escaños. La coincidencia de fechas suscitó las críticas de la izquierda francesa y de una parte del centro.

El presidente François Mitterand, en tanto que candidato a al reelección, pidió ayer la anulación de la primer turno del escrutinio presidencial en Nueva Caledonia. El candidato socialista basa su demanda en que "numerosos despachos de voto" no pudieron abrir debido a la violencia que registraba el territorio y en que no se pudo controlar la "regularidad de las operaciones".

El boicoteo canaco de las elecciones deriva de la posición tomada por el Frente de Liberación Nacional Kanaky Socialista (FLNKS) con motivo del referéndum sobre la independencia en septiembre de 1987. El Gobierno conservador de Chirac, tras su llegada al poder en marzo de 1986, rompió con la política socialista en Nueva Caledonia, que había abierto la vía política a la participación de los canacos y preparado un estatuto de independencia, en asociación con Francia, que implicaba una mayor responsabilización de los indígenas melanesios en el poder.

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La nueva política conservadora se ha dirigido a contentar a los colonos blancos y a marginar a los canacos de la vida política: prohibición de sus reuniones y manifestaciones, nomadización del territorio (palabra que designaba en Argelia la instalación de campamentos militares), imposición de un nuevo estatuto con un cambio de circunscripciones electorales destinado a dar todo el poder a los blancos y un dudoso ejercicio de la justicia.

El FLNKS, en el que la fuerza más moderada, la Unión Caledoniana de Jean-Marie Tjibaou, había impuesto una táctica de resistencia pacífica, no aguanta por más tiempo el acoso y la marginación ejercida por el Gobierno francés. Los incidentes de Ouvea del pasado viernes, en los que murieron cuatro gendarmes y otros 27 fueron secuestrados, no fueron una iniciativa de los partidos más radicalizados, como se creyó en un primer momento, sino precisamente del núcleo más sólido del FLNKS.

Responder con las armas

El ministro de los Departamentos y Territorios de Ultramar, Bernard Pons, que se halla actualmente en la isla de Ouvea, donde han sido liberados ya 11 gendarmes, ha declarado que ha dado órdenes a la gendarmería "de responder a las armas con las arinas". Un portavoz del FLNKS ha señalado que se trataba de la "declaración de guerra colonial". La "guerra colonial" en cuestión se jugará en los 15 días que separan las dos vueltas de la elección presidencial.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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