La opinión sobre la economía nacional sigue mejorando

EL PAÍS El estado de opinión sobre economía nacional sigue mejorando respecto de la situación que había al final del último trimestre de 1987. En abril hay un 16% de españoles que consideran buena la salud de nuestra economía, frente a un 12% en diciembre pasado (un incremento del orden del 33% en términos relativos).

En el otro extremo de la escala ha disminuido el número de los que piensan que la situación es mala en el mismo orden de magnitud (28% frente al 32% a finales de 1987). Esta valoración de la economía nacional se ha dulcificado en regiones más pobres, como Andalucía o Castilla y León, donde tradicionalmente se venía registrando una más frecuente opinión negativa. Ahora se acercan a la media nacional.

Sin embargo, en algunas de las regiones más prósperas, como Madrid o el País Vasco, se sigue produciendo una opinión particularmente negativa (en Madrid, de un 37% frente a la media nacional del 32% que dice que la situación es mala o muy mala; en el País Vasco este porcentaje asciende al 45%).

Naturalmente, como puede esperarse, las personas de la clase obrera tienen una opinión más negativa que las de los estratos medios y altos (un 36% considera que la situación es mala).

Respecto de las economías familiares, y contra lo que sucedía en diciembre pasado, la opinión ha mejorado en un sentido: disminuye significaticamente el porcentaje de quienes consideran que la situación económica de su casa "ha ido a peor" (un 20% ahora, frente al 26% de diciembre de 1987). No aumenta el sector de los que netamente mejoran (15%), pero sí el de economías domésticas que no se han deteriorado en el trimestre (64% frente a 57% en diciembre).

El mayor deterioro se observa en la clase obrera (26% frente a una media del 20%) y en los sectores de más edad, sobre todo, a partir de los 45 años. Hasta los 35 años, es más frecuente la valoración netamente positiva de la propia economía; lo que sin duda está reflejando una cierta dinamización del empleo y, más concretamente, del empleo juvenil.

Esta mejora en la percepción de la economía, tanto general como privada, tiene que ver, sin duda, con la evolución objetiva de las principales magnitudes económicas. Además viene asociada con una mayor euforia o satisfacción con la vida. En efecto, las manifestaciones de satisfacción vital aumentan respecto de diciembre en un orden del 33%. Hoy, un 20% de españoles dicen estar muy satisfechos con la vida que llevan frente al 15% que se pronunciaba así en diciembre; siendo estas diferencias significativas sobre los márgenes globales de error estadístico de la encuesta y más aún por tratarse de un lapso temporal de sólo tres meses. Como siempre, la satisfacción es más frecuente entre los jóvenes (se declaran muy satisfechos el 30% de las personas entre 18 y 21 años, frente a sólo el 20% entre los mayores de 60).

También se manifiestan más contentas las personas de clase media (25%) y media alta (29%) que las de clase media baja (16%) y obrera (13%). Por comunidades autónomas, donde menos satisfechos hay -siempre en términos relativos- es en Madrid y el País Vasco.