Leguina no apoya a Mangada en sus críticas a la gestión urbanística
El presidente regional, Joaquín Leguina, y el alcalde de Madrid, Juan Barranco, salieron ayer al paso de las críticas de Eduardo Mangada, consejero de política territorial, contra la política municipal de urbanismo.
Leguina y Barranco improvisaron una conferencia de prensa durante el 52 Congreso de la Federación Socialista Madrileña (FSM), para demostrar que son más amigos que nunca y que este incidente no va a deteriorar las mutuas relaciones entre el Ayuntamiento y la Comunidad.
"No nos ha gustado nada este epígrafe", señaló Leguina al referirse a las declaraciones de su consejero, quien manifestó el jueves que la Comunidad apoyaría a la oposición municipal si ésta decidiera modificar el Plan General para no permitir la construcción de las torres de KIO.
Barranco y Leguina afirmaron que estas "pequeñas incontinencias verbales" no van a modificar las buenas relaciones entre las dos instituciones.
Joaquín Leguina se erigió ayer en defensor del Plan General y dejó sin respaldo a su consejero: "Si la oposición municipal decide modificar el Plan General, lo primero que haré será reunirme con el equipo de gobierno del Ayuntamiento; luego decidiremos" [la Comunidad tiene la última palabra]. Leguina afirmó que su amigo Espelosín le merece todo el respeto personal y profesional". Barranco justificó así a Mangada: "A veces se cometen exageraciones y no es fácil mantener la serenidad".