Ocho estudiantes, sospechosos del asalto al colegio Severo Ochoa

Inspectores de la comisaría del distrito de San Blas han determinado que dos jóvenes de 16 años y otros seis menores de edad penal fueron quienes, bajo los efectos del alcohol y la droga, causaron importantes destrozos durante la pasada Semana Santa en el colegio público Severo Ochoa, en el barrio de Vicálvaro, según fuentes policiales. Los responsables del centro estimaron que el valor de los daños es de unos cuatro millones de pesetas.

El pasado día 4, un representante del colegio denunció que las instalaciones, archivos y el material didáctico habían sufrido numerosos daños, provocados por un grupo desconocido. En las paredes había pintadas en las que podía leerse: "Volveremos. Los toros de Vallecas", "Vallecas, os mataremos", "Somos los dueños de la zona Este" y "Os echaremos de VicálvaroEl grupo judicial de la comisaría de San Blas y el Gabinete Regional de Identificación efectuaron una inspección y comprobaron que el asalto había sido realizado por varias personas, que aparentemente no habían actuado con ánimo de lucro. Diversos indicios hicieron pensar que los desconocidos pretendían una venganza o destruir los documentos guardados en los archivos escolares.

Las investigaciones policiales se centraron en un grupo de estudiantes y antiguos alumnos del centro, algunos de los cuales al saber que existían sospechas contra ellos se ausentaron de Madrid durante unos días.

A principios de la presente semana, los encargados del caso procedieron a la detención de Cristina S. G., de 16 años, y Eduardo R. M., de la misma edad. También fueron citados a declarar en comisaría los menores T. G. V., V. D. S., O. E. S., D. F. F., A. B. F. y J. L. G.

Según las declaraciones y exploraciones a que fueron sometidos los sospechosos, dos de ellos escalaron hasta una ventana por donde entraron en el colegio. En un principio no causaron desperfectos, pero regresaron después y consumieron cervezas y fumaron hachís.

Bajo los efectos del alcohol y de la droga, los muchachos rompieron el mobiliario y los archivos. Algunos de los menores niegan los hechos, aunque reconocen haber estado en el colegio ese día.