Las fuerzas españolas y británicas enlazarán con Nápoles para eludir la base de Gibraltar

El ministro de Defensa, Narcís Serra, se entrevistará hoy en Londres con su homólogo británico, George Younger, con quien estudiará los problemas que, derivados de¡ contencioso de Gibraltar, han surgido para concretar la aportación militar española a la OTAN. En medios oficiales se afirma que la exigencia española de que no se realice una coordinación de las Fuerzas Armadas con el marido aliado en Gibraltar obligará a que ambas partes enlacen con el mando aliado en Nápoles (llamado Afsouth).

Serra, que ha viajado a Londres acompañado de Leopoldo Stampa, asesor del ministro para Asuntos Internacionales, tenía previsto "avanzar considerablemente" en la solución del citado problema en su contacto con Younger, según las fuentes consultadas. De hecho, fueron autoridades británicas las primeras en hacer público hace tres semanas que sólo el enlace a través de Nápoles -sede del mando de las Fuerzas Aliadas de Europa Meridional (Afsouth)- sería la solución técnica al problema planteado con Gibraltar.El propio Serra insistió anteayer ante la Comisión de Defensa del Congreso que el Gobierno español ha elegido "la mejor de las soluciones" al no reconocer la presencia del mando Gibmed (Gibraltar-Mediterráneo) en El Peñón. Sin embargo, este mando aliado en Gibraltar tiene como principal objetivo el control del Estrecho y sus accesos, extremo que constituye precisamente una de las seis misiones militares que España ha propuesto a la OTAN como aportación militar a la Alianza.

Hoy, los británicos disponen en Gibraltar de avanzados sistemas electrónicos y, de comunicaciones para controlar el paso de submarinos por el Estrecho. España, en cambio, tardará varios años en tener ese tipo de material, razón por la que es importante para la OTAN el mantenimiento de la base aliada en Gibraltar, incluso como centro de obtención de datos valiosos para la Marina y el Ejército del Aire españoles.

Evitar duplicidad

Según la fórmula expuesta por autoridades del Reino Unido, y que- muy probablemente acabará siendo aceptada por España, la información obtenida en Gibraltar por los ingleses será transmitida a Nápoles, y desde esta base será remitida a las Fuerzas Armadas españolas. De esta forma, no existirá coordinación directa entre británicos y españoles en el área.

Con respecto a otros medios de los que disponen los ingleses en Gibraltar, como aviones o barcos, la mayoría serán sustituidos en misiones de la OTAN por unidades españolas, para evitar duplicidad de presencia en la zona.

Este probable acuerdo con el Reino Unido se realizará al margen de las negociaciones que ambos países mantienen desde hace varios años sobre el futuro de Gibraltar. Según Serra, "el no reconocimiento (del mando Gibmed) obliga a ambos gobiernos a seguir sus negociaciones sobre la soberanía de Gibraltar, sin introducir este problema como un elemento de disputa en el seno de la Alianza Atlántica". "El no reconocimiento del mando es la mejor solución para no complicar la lucha, como en otros casos hacen Grecia y Turquía, con contenciosos dentro de los mecanismos de la Alianza, pero no ceder un solo milímetro de nuestras capacidades de negociación de la soberanía de Gibraltar".

Para Serra, mantener las tesis oficiales sobre Gibraltar supondrá que España tampoco acepte en ningún momento la posibilidad de que unidades británicas basadas en Gibraltar actúen bajo control operativo o bajo mando español.

Durante su breve estancia en el Reino Unido -regresará hoy mismo a Madrid- Serra también visitará la factoría de British Aerospace (una de las principales empresas implicadas en el desarrollo del Avión de Combate Europeo) y, probablemente, se entreviste con el titular británico de Asuntos Exteriores, Geoffrey Howe.