El ministerio reanudará las negociaciones con los sindicatos a petición de las asociaciones de padres

ESTEBAN S. BARCIA El Ministerio de Educación y Ciencia anunció, a primeras horas de la noche de ayer, su propósito de reanudar inminentemente las negociaciones con los sindicatos, respondiendo a una petición de las asociaciones de padres de alumnos. El 92% de la plantilla docente estatal de enseñanzas básica y medias, compuesta por unos 170.000 profesores, secundó en toda España, a excepción de País Vasco, el paro convocado por los sindicatos de la enseñanza pública, según fuentes del comité de huelga. Para el ministerio, en cambio, la repercusión fue menor que en las cuatro jornadas de huelga del mes de marzo.

En una nota oficial, difundida a primeras horas de la noche de ayer, el ministerio anunció que en esa misma tarde había recibido una invitación de la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos "instando a la reanudación de las negociaciones con los sindicatos para encontrar una solución a las diferencias que actualmente sostienen ambas partes"."Atendiendo a esta invitación de los padres de alumnos", añade la nota, "el Ministerio de Educación y Ciencia asume la iniciativa de la CEAPA y espera que los sindicatos hagan lo mismo, para lo cual convocará de modo inminente una nueva reunión con las organizaciones sindicales para la reanudación de las negociaciones y evitar así los perjuicios que la huelga está ocasionando a millones de alumnos.

Fuentes oficiales afirmaron que ayer paró entre el 40% y el 65% (según las provincias) del profesorado de enseñanzas medias, y entre el 50% y el 80% de los maestros. Según el ministerio, el número de profesores en huelga descendió en un 20% en las enseñanzas medias y en un 10% en la EGB en relación a las jornadas de paro del mes de marzo. Por contra, el comité de huelga aseguró que ésta había sido secundada por 250.000 de los 272.000 profesores existentes en España, a excepción del País Vasco, y que a la misma se habían incorporado los docentes en el extranjero.

Como en las cuatro anteriores jornadas de huelga, unos 4.000 profesores se concentraron ante la sede del ministerio, en la madrileña calle de Alcalá, donde pidieron insistentemente la dimisión del ministro. Las fuerzas antidisturbios, que no habían intervenido en las ocasiones anteriores, estuvieron a punto de cargar contra los profesores cuando la cabecera de una improvisada manifestación regresaba desde la plaza de Cibeles hacia el ministerio. Hubo apenas unos cinco minutos de tensión cuando los policías, pertrechados con cascos y . escudos, descendieron por la calle de Alcalá al encuentro de la cabecera de la manifestación. Algunos agentes habían desenfundado ya sus porras, pero se retiraron tras un intercambio de palabras con los primeros manifestantes.

Entre tanto, los miembros del comité de huelga se hablan reunido con el asesor ministerial para asuntos sindicales, Ramón Brasero, a quien reiteraron la petición de reanudar las negociaciones con la Administración, interrumpidas el jueves de la semana pasada

La huelga en Cataluña

También transcurrió sin incidentes la manifestación que realizaron en Barcelona unos 15.000 profesores, según el comité de huelga en aquella comunidad, donde el paro fue secundado por la inmensa mayoría de los docentes; el 87% de la plantilla oficial, a tenor de los datos de la Generalitat.

Las conversaciones entre los sindicatos y la Administración se interrumpieron después de una primera reunión, el pasado día 6, en la que el ministerio hizo una oferta económica que los profesores consideraron inaceptable. La Administración estima en unos 32.000 millones de pesetas de incremento (que aplicaría a lo largo de un período de tres o cinco años) el coste de la homologación retributiva con los funcionarios no docentes. El comité de huelga ha acusado al ministerio de romper las negociaciones para evitar un nuevo encuentro, en el que los sindicatos tratarían de demostrar que los profesores sólo quieren cobrar lo mismo, "y no mucho más", que los restantes funcionarios, como había afirmado expresamente el ministro, Jose María Maravall.

Las recientes declaraciones en este sentido de Maravall, quien también había acusado a los profesores de querer negociar "con el perjuicio de los estudiantes y sus familias", fueron ayer calificadas como exponentes de una "actitud sorprendente y provocadora" por la comisión de Educación de Alianza Popular.

Enrique Fernández Miranda, presidente de la citada comisión, dijo que las reivindicaciones de los profesores "son justas" y que lo que el ministerio tiene que hacer es "arreglar la situación y no echar a los padres encima de los profesores.