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Un rehén kuwaití, liberado en Argel por los piratas

Un rehén kuwaití, de unos 50 años, fue liberado ayer a las 21.45 (22.45, hora peninsular española) en el aeropuerto de Argel por los secuestradores del Boeing 747, que retienen desde el pasado martes 5 a otros 31 pasajeros. Ocho horas antes, la palabra muerte se escuchó por vez primera desde la llegada a la capital argelina del aparato de la Kuwait Airways. Said Ahmed, uno de los rehenes, habló desde el avión con la torre de control y dijo: "Salam aleikum. Buenos días a mi familia. Estoy bien. Pido la liberación de los 17 detenidos por mi Gobierno. Si no, nos van a matar a todos".

El rehén liberado, Abdalá Chatti, un hombre de aspecto enfermo vestido con una galabie blanca, afirmó antes de abandonar el aeropuerto en una ambulancia: "Me encuentro muy cansado pero soy feliz de haber sido liberado aquí en Argelia". Durante toda la tarde se esperó la liberación de dos mujeres miembros de la familia real kuwaití, que al cerrar esta edición no se había producido.Un médico argelino que examinó ayer, previo acuerdo con los piratas del aire, a los secuestrados dijo al salir del avión que éstos se encontraban "con buena salud" pero "muy cansados".

Entre tanto, se desarrollaban negociaciones entre un enviado argelino y los secuestradores. Los mediadores argelinos intentaban convencer, asimismo, a los kuwaitíes de la necesidad de ceder algo para obtener un pronto final feliz. La etapa argelina del avión del martirio se había prolongado ya más de lo esperado. La firmeza y profesionalidad de los secuestrados daba a entender que no dejarían su empresa sin una salida que consideraran honorable.

"Las autoridades argelinas tienen como principal preocupación ahorrar vidas humanas y sufrimientos", señaló ayer El Moudjahid. El diario oficial expresó con claridad la posición del régimen magrebí: "La vida, de los rehenes prima sobre cualquier otra consideración".

"Aparato caído al mar"

Kuwait no parecía tener la misma opinión. El emirato petrolero ha aceptado el principio de una negociación indirecta con los secuestradores, al enviar al aeropuerto Huari Bumedian una delegación. Pero sobre la cuestión de fondo -la liberación de los 17 militantes de Yihad Islámica presos en Kuwait, solicitada por los secuestradores- no cedía un ápice. La filosofía era la expresada hace unos días por el emir Jaber al Ahmed al Sabah: "Consideramos que el aparato ha caído al mar. Intentamos encontrar a los supervivientes".La noticia de que la rama beirutí de Yihad Islámica anunciaba la inminente liberación de dos de los rehenes franceses en Líbano, reactivó el debate sobre el modo de enfrentarse a los chantajes planteados por los grupos integristas inspirados por la revolución islámica iraní. La determinación y audacia de esos grupos ha obligado en varias ocasiones a negociar bajo cuerda a los mismísimos Estados Unidos, Francia y República Federal de Alemania. España también obtuvo la liberación de tres rehenes en Beirut excarcelando a dos presos shiíes.

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El presidente de Zambia, Kenneth Kaunda, nunca tuvo una cubertura periodística como la ayer en Argelia. Kaunda, presidente en ejercicio de la Organización para la Unidad Africana (OUA), llegó al aeropuerto Huari Bumedian por la mañana, en misión de mediación entre Marruecos y el Frente Polisario. Le recibió el presidente argelino, Chadli Benyedid, con todo el aparato de alfombra roja, guardia de gala, bayonetas caladas, gallardetes al viento e himnos nacionales. Unos 150 periodistas -al frente de la tribu el veterano Pierre Salinger- siguieron de rebote el evento.

Antes, los secuestradores habían pedido un contacto con el intermediario argelino, el ministro del Interior, Hadi Jediri. Se les respondió que debían esperar al final de la ceremonia de recepción de Kaunda. Durante las siete horas que duró la visita del dignatario africano, el Boeing 747 se desplazó a un punto más alejado de la pista del Huari Bumedian. Se pretendía evitar al invitado una penosa visión.

[Un vuelo de la compañía española Iberia, que debía partir ayer desde Barcelona hacia Argel, fue cancelado al serle negado el permiso para aterrizar en la capital argelina, donde permanece el avión kuwaití secuestrado, llegado de Nicosia (Chipre). El vuelo fue cancelado cuando los pasajeros ya estaba dentro del aparato en Barcelona].

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