El arzobispado de Barcelona inicia su propia campaña sobre el 'impuesto religioso'

El arzobispado de Barcelona, cuyo titular es el cardenal Narcís Jubany, inicia a partir del próximo domingo una campaña propia de sensibilización destinada a los católicos para que éstos hagan constar que desean asignar. fondos a la Iglesia en su declaración de la renta. Esta iniciativa, que difiere de la que la Conferencia Episcopal realizará en el resto de España, fue presentada ayer a un grupo de informadores por el delegado episcopal de Economía, Antoni Bascompte.

La campaña constará de tres folletos en los que se explica en qué consiste el llamado impuesto religioso. Esta acción publicitaria se anticipa a la del episcopado español que en medios eclesiásticos barceloneses se considera poco apropiada por su contenido. Sin embargo, no ha habido ninguna declaración al respecto en una diócesis que es de las pioneras en España en sensibilizar a los fieles sobre la necesidad de la autofinanciación en un futuro inmediato para prescindir de la aportación del Estado, aspecto que en otras diócesis se presenta más a largo plazo.

Con la iniciativa que ahora desarrolla la diócesis de Barcelona se pretende aclarar que la asignación tributaria, que este año entra en vigor dentro del IRPF, no es un nuevo impuesto. Quien utilice esta facultad no pagará más, según el texto de la diócesis, que añade que quien no lo haga no se ahorra nada, puesto que "del bolsillo del contribuyente saldrá la misma cantidad para Hacienda".

En las notas explicativas, que se repartirán cada domingo hasta el próximo 1 de mayo, se afirma que la diócesis de Barcelona, con sus recursos propios, se autofinancia en estos momentos en un 80% de su presupuesto. "Si cada familia creyente aumentara en unas 140 pesetas las 360 que semanalmente aporta a la Iglesia, la autofinanciación sería completa", dijo Bascompte.