60 millones de subvención para la película

La película Matar al Nani, que se proyectó ayer por primera vez en las pantallas españolas coincidiendo con el inicio del juicio no es oportunista, sino oportuna, según su director.La obra de Alberto Bodegas, con un presupuesto de 150 millones de pesetas, ha conseguido 60 millones de pesetas de subvención del Ministerio de Cultura, a los que hay que sumar los 35 millones que ha pagado Televisión Española por los derechos de antena. La subvención del 40% del film es similar a la que consiguió Divinas Palabras y superior a la que obtuvo Barrios Altos.

Un protagonista sin acento chelí y con un corazón capaz de ablandarse con un mendigo de guitarra y unos policías corruptos coartados por el triunfo de los socialistas, son los puntos de apoyo de esta película que no pretende ser un informe, según remarca su director.

Para añadir un grado más de morbo, los marqueses de la ficción cinematografica residen en el chalé de los asesinados marqueses de Urquijo, que sus herederos han alquilado para dos jornadas de rodaje a razón de 200.000 pesetas por día.

Sosia

La presentación a la prensa estuvo arropada por el dirigente del PCE, Enrique Curiel, el actor Sancho Gracia y algunos de los protagonistas de la película. Entre éstos no se encontraba ningún familiar del desaparecido Santiago Corella y ni siquiera el actor francés -de gran parecido fisico al verdadero- que lo encarna en la pantalla.

Quizá lo más atractivo de la película sea su final, que deja en interrogante la suerte corrida por el famoso delincuente, mientras que en el resto de la cinta éste queda un tanto desdibujado y a veces resulta artíficioso y poco convincente.

En términos generales, Matar al Nani es atractiva y probablemente resultará de gran éxito comercial, pese a que en algunos momentos resulta un poco lenta y con escaso ritmo. La película enviará espectadores a las páginas de los periódicos, al igual que la curiosidad transportará a estos a las salas para presenciar la dramática historia del delincuente desaparecido.