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González intenta consolidar una política exterior común con Noruega

La consolidación de una política exterior común en dos países de la Europa como Noruega y España, constituye el objetivo esencial de la visita oficial que hoy inicia a Oslo el presidente del Gobierno esencial, Felipe González. La preparación de una "respuesta europea" y socialista a temas como el desarme o la intervención norteamericana en Centroamérica será el eje central en las conversaciones de González con su colega y correligionaria noruega, Gro Harlem Brundtlaned y con las restantes autoridades de este país.

González disipó ayer, todavía en lu visita privada a Noruega, las unicas nubes qué pudieran existir ante esta visita oficial, al asegurar -contra lo afirmado hace días por alguno de sus más cercanos colaboradores- que el actual acuerdo de pesca entre Noruega y la CE, que regula también las relaciones pesqueras con España, "es satisfactorio". Pese a ello, España tratará de que Oslo acceda a aumentar la cuota comunitaria de capturas en aguas noruegas, y que este aumento beneficie de manera casi exclusiva a nuestro país.La primera ministra noruega, en un breve encuentro con la prensa ayer en la isla de Svolvaer (archipiélago de las Lafoten), poco antes de emprender su segunda jornada marinera con González, insistió varias veces en que tanto Noruega como España pertenecen a la periferia de Europa. Esta es sólo una más de las coincidencias que se constatan actualmente entre dos países tan distintos. Las tesis de la socialdemocracia del Partido Laborista de Gro Harlem y del PSOE de Felipe González son idénticas, por ejemplo, respecto a la búsqueda de soluciones para Centroamérica: Noruega tam bién fue invitada por Nicaragua a participar en el proceso de verificación de los acuerdos de Esqui pulas y, como España, ha acepta do "en principio".

Consejo socialista

También existen posiciones simi lares dentro de la OTAN, pese a la integración noruega en la estructura militar y a la vecindad de este país con la URSS; tale similitudes consisten especial mente en propiciar el desarme antes que el rearme y la discusión antes que la disuasión. Tanto el desarme Este-Oeste como Centroamérica acaparan la agenda del próximo Consejo de la Internacional Socialista, que se celebra en Madrid el 10 de mayo, y al que Gro Harlem asistirá junto a los otros líderes del socialismo mundial; la primera ministra es considerada por la prensa local como la futura rival de González para presidir la Internacional una vez que se retire Willy Brandt. La prensa también destaca las aspiraciones del PSOE por tender hacia un modelo nórdico de socialismo.

González almorzará hoy con el rey Olaf V y continuará -ahora con carácter oficial- sus conversaciones con la primera ministra. También recibirá a la colectividad española en Oslo, compuesta poor unas 100 personas. No está prevista la firma de convenios o cualquier otro acuerdo. La parte noruega sugírió la posibilidad de que González haga un hueco en su programa, que concluye mañana a mediodía, para visitar las obras del monumento a los brigadistas noruegos caídos en España, que será próximamente levantado en Oslo. Pero, según fuentes del séquito, parece dudoso que el presidente encuentre tiempo para introducir este añadido en su programa.

'La diplomacia del paseo'

"Hace exactamente una semana estaba en la punta opuesta del mapa de Europa", dijo ayer un Felipe González admirado por las bellezas naturales de la isla de Svolvaer, donde las altas montañas cubiertas de nieve mueren bruscamente en los fiordos. González se refería a su último encuentro, en el Coto de Doñana, con el primer ministro portugués, Aníbal Cavaco Silva, el pasado 4 de abril. En la reserva natural de las islas Lofoten, casi en el Polo Norte, el presidente del Gobierno español practicó de nuevo este fin de semana su forma favorita de hacer relaciones exteriores: es lo que algunos colaboradores de la Moncloa empiezan ya a llamar la diplomacia del paseo. Ayer, las dunas del coto de Huelva fueron sustituidas por las heladas aguas del mar de Noruega y el vehículo todo-terreno por un pequeño barco en el que recorrió, junto con el matrimonio Brundtland y un reducido séquito, algunas de las islas.González reconoció ayer las ventajas de esta diplomacia del paseo, fuera de los rígidos programas oficiales: "así se da la oportunidad de hablar distendidamente, sin necesidad de ajustarse a un orden del día preciso", dijo. La de ayer, a bordo del pequeño barco turístico Lofolcruise, era, en el fondo, la misma técnica empleada con Cavaco y antes con Mitterrand en el Coto de Doñana, o con óscar Arias, en la playa Carrillo de Costa Rica: la negociación, de cualquier tipo, se ve favorecida cuando está al margen del protocolo, explicó un cercano ayudante de González. Y el presidente del Gobierno, en el pasado fin de semana, ha tenido abundantes ocasiones de evitar el protocolo en sus conversaciones con la primera ministra sueca; tan sólo impuso un cierto distancianúento al negarse a bailar un pasodoble con Gro Harlem Brundúand cuando, el sábado por la noche, la orquesta del hotel en el que ambos se alojaban atacó, en honor del presidente español, las notas del Que viva España.

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