Irán proporciona combustible a los secuestradores del avión

Los empleados del aeropuerto iraní de Mashad empezaron ayer por la tarde, poco después de que se escucharan algunos disparos, a llenar los depósitos de combustible del avión de la compañía Kuwait Airways. El Boeing 747 fue secuestrado el pasado martes cuando realizaba un vuelo de Bangkok a Kuwait por cuatro fundamentalistas shiies que exigen la liberación de 17 presos que cumplen condena en el emirato.

Los piratas del aire siguen reteniendo a 55 personas entre pasajeros y miembros de la tripulación. En la maríana de ayer lanzaron un ultimátum a las autoridades kuwaitíes en el que afirmaban que si no se cumplían sus exigencias y tampoco se les llenaba el tanque harían despegan el avión con el poco combustible que le quedaba.Irán cerró el aeropuerto de Mashad en un nuevo intento para evitar que el avión inicie vuelo y se dirija, probablemente a Beirut, donde sería aún más difícil preservar las vida de los rehenes. La agencia iraní de noticias IRNA señaló que fuerzas de seguridad y equipos de salvamento se encuentran en el aeropuerto donde la "situación está fuera de control y todo puede suceder en cualquier momento".

IRNA señaló que hasta el momento los secuestradores han disparado tres veces contra las fuerzas de seguridad iraníes que han tratado de acercarse al avión. Anoche, los piratas exigieron que se quitaran todos los obstáculos de las pistas que impiden su despegue. En la madrugada de hoy, anunciaron que aceptaban las seis hora de tregua propuestas por Irán, antes de emprender vuelo.

Los cuatro piratas permitieron bajar del avión, primero a un jordano enfermo, despues a 24 mujeres, al parecer la totalidad de las que se encontraban en el aparato con excepción de una emparentada con el enur de Kuwait. Ayer, otros 32 hombres abandonar el avión.

Los parientes Emir son tres hermanos, dos hombres y una mujer, que, según los piratas serán los primeros en morir si no se libera a los 17 prisioneros. En una comunicación por radio, uno de ellos advirtió a las autoridades del aeropuerto que los piratas estaban dispuestos a hacer estallar el avión si no recibían el combustible.