El PSOE ataca a quienes dicen que en España se vive peor

Nicolás Redondo y la oposición política no tienen razón. Éste es el mensaje que cuatro miembros de la ejecutiva del PSOE distribuyeron ayer -sin mencionar por su nombre a adversario alguno-, a menos de un mes del Primero de Mayo, armados de un documento con el que intentaron descalificar las afirmaciones de quienes han dicho que en España se vive peor que en 1982. Las cifras aportadas son las siguientes: 800.000 empleos más, 1.000.000 de pensiones más, 4 millones de ciudadanos más con asistencia sanitaria y 90% de los alumnos no universitarios con estudios gratuitos, gracias a 500.000 becas más.

El período de gestión socialista ha permitido la creación de 800.000 empleos netos, pese a lo cual hay en España 800.000 parados más que en 1982, según el documento. Este dato, aparentemente contradictorio, procede de un doble proceso: desde 1985 se crean más empleos de los que se destruyen, pero son insuficientes para absorber el paro generado por la crisis económica anterior y los incrementos de población activa -es decir, personas dispuestas a trabajar-, principalmente mujeres que desean acceder al mercado laboral y jóvenes en busca de su primer puesto de trabajo.Los dirigentes socialistas reconocieron la pervivencia del problema del paro en España durante muchos años, que justificaron en la amplia destrucción de puestos de trabajo durante la etapa dura de la crisis económica (2,3 millones de empleos perdidos entre 1975 y 1985) y en el fuerte crecimiento de la población dispuesta a trabajar. De ahí el incremento del paro: la diferencia entre población activa y población ocupada era de 2,1 millones de personas en 1982, que se han trocado en 2,9 millones.

Aún así, los mismos dirigentes trataron de transmitir una impresión de optimismo sobre la situación laboral. Su documento califica de "espectacular" la recuperación del empleo en los dos últimos años, ya que crece al ritmo anual del 3%, "superior al del resto de los países europeos", según se lee en el mismo. En ese período de tiempo, los salarios aumentaron su capacidad adquisitiva en 2 puntos en 1986 y en casi 3 puntos en 1987.

El estudio publicado ayer insiste en la idea de la recuperación de empleo, a razón de 1.000 puestos diarios -argumento ya utilizado por Felipe González en el 31º Congreso socialista- y sistematiza numerosos datos ya conocidos parcialmente, con los que trata de demostrar que los gastos sociales han crecido.

Así, el documento del PSOE asegura que los gastos dedicados a protección social alcanzan ahora 6,3 billones de pesetas, lo cual supone casi el 100% más que en 1982. Dentro de estos gastos, los dedicados a pensiones se han duplicado, y en 1987 había un millón más de pensiones reconocidas que al comienzo de la gestión socialista. "Durante todos los años de gobierno de los socialistas", asevera el documento, "el incremento de la pensión media ha sido superior al de los precios. En estos cinco últimos años siempre ha ganado capacidad adquisitiva".

El documento citado hace hincapié en la gestión educativa, también con argumentos cuantitativos: se han creado 1,6 millones de puestos escolares en los niveles no universitarios, el grado de escolarización entre 4 y 16 años es "prácticamente general", y más de 7,5 millones de alumnos de niveles no universitarios realizan estudios gratuitos.

Preocupación por UGT

En esa misma comparecencia informativa, Benegas anunció que el secretario de Organización de UGT, Antón Saracíbar, ha invitado a Felipe González a participar en los actos con motivo del Primero de Mayo.

Benegas renovó las críticas formuladas con anterioridad a la forma en que la dirección de UGT ha destituido a la ejecutiva de la federación del metal -cuyo secretario general era Antonio Puerta-, y admitió que se han producido contactos entre dirigentes del PSOE y la ejecutiva destituida, a los que negó carácter "oficial".

Benegas renovó el llamamiento a los militantes socialistas en UGT a "luchar por el prestigio del sindicato y la limpieza de los procedimientos democráticos", y reiteró la "profunda preocupación" del PSOE por la forma en que se ha evitado que "los sindicalistas del metal debatan sus problemas en un congreso democrático".