El colegio Severo Ochoa quedó destrozado por la acción de un grupo de gamberros
El colegio público Doctor Severo Ocho, en Vicálvaro, quedó totalmente arrasado por la acción de un grupo de vándalos que, en un momento indeterminado de las vacaciones de Semana Santa, destrozó todo el mobiliario escolar, rompió y desperdigó miles de expedientes académicos y documentos administrativos y dejó el centro sembrado de pintadas soeces. El director del centro espera que las clases se reanuden esta misma semana.
Ayer, la imagen que presentaba el centro escolar era desoladora. El Severo Ochoa es un colegio de tres plantas, con capacidad para 1.100 alumnos de EGB y preescolar, con numerosas aulas, servicios, pasillos, lavabos, una gran cocina y dependencias administrativas y del profesorado. Absolutamente todas ellas habían sufrido la acción de los gamberros. Por el suelo se veían centenares de cristales rotos; los armarios habían sido abiertos, y su contenido, esparcido y roto. Mesas y sillas machacadas a golpes, puertas arrancadas de sus marcos, lavabos partidos y arrancados, moquetas inservibles, con grandes manchones de tinta, sillones rajados, teléfonos destripados, tiestos aplastados contra el suelo, todo en un confuso desorden, y pintadas soeces por paredes, las pocas cristaleras que han quedado sanas, mesas, y pizarras.Delfin García, actual director del colegio, deambulaba ayer por las aulas con cara muy seria y triste, observando los destrozos y los trabajos de un grupo de operarios y de señoras de la limpieza que trabajaban a destajo para devolver al centro su imagen habitual. "Esto ha sido un acto de gamberrismo totalmente gratuito. No se han llevado nada de valor monetario. Han roto también la impresora, una grabadora y otros aparatos. Ha tenido que ser un grupo de gente mayor. Han necesitado mucha fuerza y mucho tiempo para arrasar el colegio de esta manera".
Muchas de las pintadas, escritas a rotulador, hacían alusión a la vieja enemistad entre los vecinos de Vicálvaro y Vallecas. Una de ellas decía: "Vallekas, volveremos", y había muchas más de estilo similar, amenazantes para la gente de Vicálvaro. Un conserje fue quien se dio cuenta de lo sucedido, el lunes, un día antes de que empezaran las clases tras las vacaciones de Semana Santa. El director está a la espera de cuantificar económicamente los daños causados para entregar la relación a la Delegación Provincial de Educación y poner la correspondiente denuncia en comisaría.
Los actos de pillaje y de vandalismo han sido muy numerosos en el Severo Ochoa. Según relató Delfin García, en Navidades robaron diverso equipamiento escolar, por valor de 500.000 pesetas, y hace apenas 15 días, un fin de semana, personas desconocidas entraron y arrasaron la cocina.
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