Botadas en Cádiz dos nuevas patrulleras para Marruecos
Dos patrulleras construidas en los astilleros de la Empresa Nacional Bazán de San Fernando (Cádiz) para la Marina Real de Guerra de Marruecos fueron botadas ayer en esa localidad gaditana y a la ceremonia asistió el jefe de Operaciones de la Armada marroquí, Mohamed Fuad. Marruecos empleará esos dos barcos -tercero y cuarto de una serie de seis contratada por Bazán a Rabat- para el control y vigilancia de su Zona Económica Exclusiva.Las patrulleras, cuyo precio por unidad es de 2.500 millones de pesetas, tienen una eslora de 58,10 metros; 7,62 metros de manga; 4,95 de puntal. El calado a plena carga es de 2,71 metros y desplazan 425 toneladas. Desarrollan una velocidad de 22 nudos y tienen una autonomía de 3.800 millas. El armamento que portan es un cañón Bofors, 40/70 y dos ametralladoras de 20 milímetros. Se trata de proyectos con una tecnología, casi en su totalidad, desarrollada por Bazán.
La factoría de San Fernando está especializada en pequeñas embarcaciones de guerra. Próximamente iniciará la construcción de otras cuatro patrulleras de mayor envergadura para Venezuela.
El acto de la botadura de ayer consistió en deslizar los cascos de las embarcaciones desde las gradas hasta el dique, donde se completará su construcción. La ceremonia se celebró de acuerdo con las normas habituales del país comprador, Marruecos. No existió madrina, en contra de la tradición española, y fue el citado oficial marroquí quien leyó unos párrafos del Corán, mientras que la clásica botella de champán para ser rota contra el casco era sustituida por una botella de agua de la Meca.
Las dos patrulleras botadas ayer han sido bautizadas con los nombres de El Akid y El Maher.
