El gobernador de Lérida pedirá a Renfe que cierre los pasos sin barreras más peligrosos

Josep Ignasi Urenda, gobernador civil de Lérida, explicó ayer que intentará que Renfe coloque vallas de protección en todos los pasos a nivel sin barreras de la provincia que tengan caminos alternativos que ofrezcan, mayor seguridad, si éstos se hallan situados a corta distancia de los cruces peligrosos.La postura de Urenda se produce a raíz de que el pasado viernes un autocar escolar resultara embestido por un tren rápido en un cruce sin barreras, cerca de la localidad de Juneda. Diez niños de tres a cinco años y cinco adultos resultaron muertos. El número de heridos graves se elevó a 15, 14 de los cuales también eran niños de corta edad.

Este, proyecto del gobernador civil deberá discutirse en las conversaciones que hoy, lunes, se iniciarán en la capital leridana entre los representantes gubernamentales en esa provincia y la compañia ferroviaria.

El gobernador civil tratará de obtener hoy la información técnica sobre el accidente para determinar con precisión cuál fue la causa del siniestro. Urenda, que se abstuvo de manifestar su opinión sobre quien pudo causar el accidente, considera que ha sido un caso "desgraciado e inexplicable", porque el paso a nivel estaba señalizado y la visibilidad era perfecta.

Urenda opina que este grave accidente debe llevar a las administraciones a hacer una reflexión y a replantearse el problema de los pasos a nivel sin guarda ni barreras que hay en España. En este sentido, el gobernador civil pedirá a Renfe una descripción detallada de todos los pasos existentes en la provincia, con los datos referidos al tráfico que soporta cada uno de ellos, para tomar luego las medidas que se consideren oportunas.

Por otro lado, Ramón Guasch, uno de los 14 niños heridos en el accidente de Juneda registró ayer una leve mejoría. Ramón, de 3 años de edad, tuvo que ser trasladado el pasado sábado en helicóptero hasta Barcelona, dada la gravedad de las heridas que tenía.

Hasta ahora sólo uno de los niños accidentados ha recibido el alta. Se trata de la niña Leonor Guerrero, ingresada hasta ayer en el hospital Arnau de Vilanova.

Los otros 12 niños continuaban ayer hospitalizados. Ramón Guasch y cinco de sus compañeros se encontraban internados en diferentes centros médicos barceloneses, mientras que los siete restantes seguían en la residencia sanitaria de Lérida.

El estado general de todos los heridos continuaba siendo grave, aunque la evolución de algunos pacientes indicaba mejoría. Sólo tres niños permanecían anoche bajo observación en unidades de vigilancia intensiva.