La fiscal pide 10 años para un fotógrafo norteamericano por tráfico de drogas
El fiscal del Estado norteamericano de Virginia Justin Williams y el agente federal James Kibble declararon ayer ante el tribunal que juzgó al fotógrafo Connan David Owen, para el que la fiscal Teresa Calvo pide 10 años de cárcel por tráfico de drogas y contrabando, que el procesado ignoraba que en el doble fondo de una maleta que portó a Barcelona en marzo de 1987 transportaba dos kilos de cocaína.
Tanto el fiscal como el agente norteamericano fundamentaron su opinión en la investigación realizada en el estado de Virginia. Kibble, agente de la DEA, policía para la lucha contra la droga, aseguró ante el tribunal de la Audiencia de Barcelona que el fotógrafo fue víctima de un engaño tramado por Jorge Barahona, norteamericano de origen ecuatoriano. Sin embargo, el agente precisó que en la investigación no pudieron reunir las suficientes pruebas para detenerle.Barahona confesé su participación en la operación después de llegar a un acuerdo con el fiscal Williams que se comprometió ano extraditarle si era reclamado por la justicia española. Barahona implicó en la trama al ciudadano español Julio Prieto y al boliviano Ruben Camacho y exculpó al fotógrafo, según precisó el fiscal Williams.
El fotógrafo Owen, de 23 años de edad, explicó que vino a Barcelona para realizar un trabajo para una agencia de viajes. Según su declaración, Jorge Barahona le contrató por 1.000 dólares (112.000 pesetas), a primeros de marzo de 1987 para que fotografiara lugares concretos de Santiago de Chile y de Barcelona. Pero, además, Barahona pidió al fotógrafo que transportara una maleta con folletos turísticos, petición a la que no se opuso porque me fie de él y no pensé que pudiera ocultar algo", según declaró el fotógrafo ante el tribunal.
Una vez en Barcelona, el fotógrafo tenía que entregar la maleta al español Julio Prieto, persona a la que vió en Santiago de Chile junto con Barahona.
La fiscal afirmó que el fotógrafo conocía el contenido de la maleta y descalificó la confesión de Barahona en Estados Unidos por entender que fue un acuerdo con el fiscal Williams para evitar la extradición a España.
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