Monzón prefiere morir si se le declara convicto de asesinato

Carlos Monzón, ex campeón mundial del peso medio, procesado por la muerte de su esposa, Alicia Muñiz, afirmó a la Prensa desde la cárcel que si el veredicto final de su caso es culpable, prefiere la pena de muerte: "Así", dijo, "no quiero vivir". Monzón señaló que la muerte de su esposa, ocurrida el pasado 14 de febrero pasado, "fue una gran fatalidad"."Lo mío", dijo Monzón al semanario Gente, "está justo en el límite entre la vida y la muerte; me va a ser muy difícil demostrar que no pasé ese límite, que no la maté, que ella se tiró y yo le grité que no lo hiciera y la quise agarrar del brazo".

Consultado sobre los golpes que supuestamente propiné a sus mujeres, el ex púgil explicó que no cree que esté bien pegarle a una mujer, "pero un bife (bofetada)", dijo, "no es pegarle".

El ex boxeador recordó que "Alicia no estaba bien últimamente, no sabía qué quería hacer con su vida, si quedarse conmigo o con su madre, que a mí me odió siempre. Alicia me dijo que dejáramos todo y nos fuéramos a vivir a Miami, yo le contesté que no era posible porque mi madre estaba muy enferma del corazón. Pero es cierto, íbamos a intentarlo otra vez".

Si Monzón saliese en libertad, dijo que su plan sería "ir al cementerio; me dijeron que en la tumba de Alicia no hay ninguna flor, no tiene ni placa; yo le encargué una; después, si la familia la quiere tirar, que la tire".

Monzón lleva detenido 37 días en la cárcel de Batán, donde ocupa su tiempo leyendo comics y la Biblia. En una entrevista publicada ayer por el matutino Diario Popular, el ex campeón afirma que trata de leer la Biblia entera: "Cuando hay un párrafo que no me gusta, vuelvo las hojas atrás y lo releo; me sirve, me ayuda, porque a Jesús también le pasaron muchas cosas malas".