Críticos de cine

En diversas ocasiones he podido comprobar que el señor Batlle Caminal y algún que otro crítico cinematográfico de EL PAÍS se dedican a adoctrinar sobre cine y a dar títulos de culto cinematográfico (como si fuesen catedráticos). Así, el señor Batlle se dedica a decir que somos unos burros y analfabetos nada cinéfilos y piropos similares a los cinéfilos que estamos en contra del uso de la versión subtitulada en las pantallas de televisión.Pues debe saber el señor crítico que: dudo que sea más cinéfilo que un servidor. Años de cine (y en versión subtitulada gran parte de él), amor hacia el séptimo arte y cantidad de lectura sobre el tema es mi activo. Repito: dudo mucho que este señor sea más cinéfilo que yo, pero supongo que debería respetar a quienes no estamos de acuerdo con los letreritos en pantallas pigmeas.

No hablo ya sólo por mí mismo, sino por un buen número de amigos, todos nosotros asiduos de cine-estudios, filmotecas y salas especializadas (Albatros, Acteon, etcétera, en Valencia). Pasamos casi instantáneamente de la televisión cuando nos ofrecen una masoquista sesión de versión original subtitulada. Ejemplo: un filme tan extraordinario como Roceo y sus hermanos se convierte en un suplicio mareante en la pantalla de 14 pulgadas (o de 16) de más de un cinéfilo.

Espero que, para contentar a todo el mundo, la directora de RTVE, TV-3 y futuros canales privados se decidan por la emisión alternativa de versiones originales a través de Radiocadena u otras emisoras. Ya para acabar, rogar que nos ofrezcan diariamente la programación de TV3 en la sección de televisión de EL PAÍS. Es un buen servicio informativo que se merece también el País Valenciano, donde se recibe perfectamente esa televisión autonómica.-