Moscú confía en aplacar la agitación en el Cáucaso sin modificar la situación de Nagorno-Karabaj
Moscú confía aún en aplacar la agitación nacionalista del Cáucaso, sin ceder a las exigencias de una revisión de fronteras entre Azerbaiyán y Armenia, plenteadas por amplios sectores de opinión de esta República y las máximas autoridades comunistas, de la región de Nagorno- Karabaj. Así se desprendía de un extenso artículo publicado el pasado lunes por el diario Pravda, órgano del partido comunista, que por primera vez analizaba los sucesos de Nagorno- Karabaj. El artículo venía firmado por tres corresponsales, uno en Armenla, otro en Azerbaiyán y un enviado especial, y responsabilizaba a las autoridades comunistas de ambas repúblicas por los sangrientos enfrentamientos ocurridos allí en febrero.
Pravda informaba de la destitución de tres altos responsables de la ciudad de Suingait, al norte de Bakú, donde, según la versión oficial, 32 personas murieron y, más de un centenar fueron heridas en una matanza de armenios que representantes soviéticos no vacilan ya en calificar de pogromo. Los destituidos son el primer secretario del partido de SuIngait, MuslimZale, expulsado además de la organización; el jefe de la policía, Dzhafarov, excluido del cuerpo, y el jefe del comité ejecutivo local (equivalente a alcalde), Mamedov. Pravda prometía informar sobre la investigación policial en curso en Sumgait, donde no se ha detenido aún a todos los presuntos culpables de la carnicería.Según Pravda, el "sentimiento de egoísmo nacional" y "la tendencia al aislamiento y a la cerrazón nacional" fueron los motores de las manifestaciones masivas en Armenia. Por su parte, los armenios que se manifestaron en Stepanokert, la capital de Nagorno-Karabaj, lo hicieron movidos sobre todo por la insatisfacción ante los fallos en el desarrollo socioeconómico y el menosprecio de los derechos nacionales y otros derechos". Nagorno-Karabaj está unida a Azerbaiyán por "miles de vínculos", decía Pravda, que expresaba lo que, en opinión de un experto soviético en cuestiones nacionales, es el principal temor del Kremlin. "¿Y si el resto de las regiones comienzan a satisfacer sus propios intereses de forma análoga y a costa de otros pueblos?" se preguntaba el diario.
Promesa incumplida
Nagorno-Karabaj, una región mayoritariamente armenia, tiene rango de región autónoma adscrita al territorio de Azerbaiyán desde 1923, pese a las promesas refrendadas por el poder soviético en 1920 de devolverla a Armenia. El 20 de febrero pasado, el soviet (órgano gubernamental) de la región reiteró la exigencia de integrarse en Armenia. La decisión era calificada como un "caso sin precedentes" en la historia de la URSS por Pravda, que, sin embargo, no mencionaba una decisión análoga adoptada el 17 de marzo por el comité del partido de Nagorno-Karabaj, cuyo primer secretario fue reemplazado tras la votación del soviet, considerada ilegal por el Comité Central en Moscú.El actual primer secretario, Guenri Pogosian, un armenio oriundo de Nagorno-Karabaj, cursé estudios de agricultura en Moscú y ha ejercido como primer vicepresidente del soviet regional. Fuentes soviéticas afirman que, en calidad de tal, Pogosian había votado a favor de la incorporación de NagornoKarabaj a Armenia.
El diario Pravda insinuaba ayer que los conflictos nacionalistas eran aventados por las autoridades de Armenia y Azerbaiyán para desviar la atención de los problemas sociales y económicos y los defectuosos métodos de trabajo en el partido. En medios oficiosos de Moscú existe la teoría de que Karel Demirchan, el jefe del partido en Armenia, Tavoreció las manifestaciones nacionalistas en un intento de evitar su propia caída política.
Demirchan había sido criticado por Mijail Gorbachov, y la Prensa central ha apoyado a sus aislados adversarios políticos, como S. Jachatrian, mientras el grueso del aparato armenio cerraba filas en tomo a Demirchan.
Este proceso de perestroika (reestructuración) inducida desde Moscú en la dirección del partido en Armenia ha quedado bloqueado, en opinión de los analistas políticos, por la delicada situación actual.
Pravda mantenía que los "vientos del cambio" llegados con Gorbachoy apenas se han notado en Nagorno-Karabaj, donde la inversión per cápita ha sido inferior a la de otras regiones de Azerbaiyán y donde las clases de historia de Arme 'a en las escuelas de tal nacionalidad habían sido suprimidas desde Bakú, que se reservaba el visto bueno en los programas de relaciones culturales con Armenia. Pravda afirmaba que las leyes sobre las regiones autónomas adoptadas hace 10 aflos no se cumplen y son ignoradas.
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