Dos soldados británicos, linchados durante el entierro deun militante del IRA en Belfast
Dos soldados de paisano fueron linchados hasta la muerte ayer en Belfast, al ser sorprendidos en las inmediaciones del cortejo fúnebre del miembro del Ejército Republicano Irlandés (IRA) fallecido por los disparos de un protestante en el entierro del pasado miércoles. Con estas dos últimas víctimas, ya son siete los muertos habidos en el Ulster desde el desmantelamiento de la operación Gibraltar. El IRA se responsabilizó anoche del crimen.
Fuentes militares británicas negaron ayer que los soldados pertenecieran a la unidad antiterrorista SAS (Special Air Service), la misma que abatió a los tres norirlandeses en Gibraltar.El entierro de "Kevin Brady transcurría con normalidad a lo largo de Falls Road, la vía que vertebra la zona católica más extremista del oeste de Belfast, cuando el servicio de vigilancia preparado por el Sinn Fein, el brazo político del IRA, pidió la identificación a los dos ocupantes de un vehículo próximo a la marcha fúnebre.
A la alarma dada por los vigilantes respondió la gente con carreras hacia el Volskwagen Passat de color plateado, cuyos ocupantes iniciaron una maniobra de huida marcha atrás que les llevó al espacio existente entre el cortejo y los taxis que abrían la marcha. Allí, otros taxis les cerraron el paso e, inmovilizados, fueron rodeados por decenas, de jóvenes. Tras sonar un disparo, los asaltantes arrancaron a los dos hombres del coche y los destrozaron a golpes.Los dos soldados fueron arrastrados semiinconscientes y envueltos en sangre hasta un lugar próximo, donde se les metió en un taxi que los alejó de la zona. Al poco rato sonaron unos disparos y más tarde sus cuerpos sin vida aparecieron en una calle próxima a Falls Road.
Mientras ardía el coche de los dos soldados, el cortejo prosiguió hasta el cementerio en un ambiente de gran nerviosismo. Los encargados de la vigilancia rompieron cristales de coches aparcados a lo largo del camino en busca de hipotéticos explosivos y registaron a los fotógrafos y cámaras de televisión, a algunos de los cuales les retiraron los cartuchos de película.
La policía, que como en anteriores funerales se había mantenido alejada, no hizo acto de presencia, aunque más tarde se supo que tres personas habían sido detenidas y eran interrogadas en relación con el linchamiento.
Fuentes oficiales dijeron que los soldados se trasladaban de una unidad a otra cuando se vieron sorprendidos por el cortejo y desmintieron que estuvieran en misión de vigilancia.
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