Proceso a cuatro médicos por la muerte de una paciente

Tres neuropsiquiatras y un médico de medicina interna del ambulatorio de la Seguridad Social de Burgos han sido procesados por un presunto delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte de una de sus pacientes. Según el auto de procesamiento, los facultativos no practicaron las pruebas de diagnóstico pertinentes a Saturnina Saiz, que falleció en diciembre de 1986 a causa de un edema cerebral, tras un largo peregrinaje por consultas médicas en el que no se le detectó su enfermedad, sino una supuesta migraña.Los hechos se remontan al 11 de diciembre de 1986, cuando Saturnina Saiz, de 58 años, acudió al ambulatorio aquejada de fuertes dolores de cabeza y vómitos. El médico de guardia le diagnosticó una migraña -un tipo de dolor de cabeza- y le recetó unos fármacos que no hicieron efecto, por lo que el médico de cabecera la remitió posteriormente al neuropsiquiatra.

Éste confirmó el diagnóstico de "cefalea migrañosa con componente ansioso". Pero la paciente no mejoraba y así se inició un peregrinaje por médicos de cabecera y neuropsiquiatras, hasta que el día 22 de dicho mes era ingresada en el hospital Provincial, donde falleció el día 25 a consecuencia de un edema en el cerebro.

Según el abogado Carlos Real Sicote, que representa a la familia de la fallecida, "el tumor era fácil de detectar, pero la paciente fue tratada en todo momento por un proceso psíquico de migraña, sin que se le practicasen pruebas de diagnóstico como radiografía de cráneo, electroencefalograma o punciones que hubiesen detectado el verdadero origen de la enfermedad". Según fuentes del Insalud en Burgos, no existe constancia de que la familia presentase ninguna queja o denuncia ante este organismo, por lo que la noticia del proceso les ha cogido totalmente por sorpresa. Este extremo ha sido confirmado por el abogado de la familia, que ha señalado que, efectivamente, sus clientes presentaron directamente la denuncia ante el juzgado.

Éste es el primer proceso a médicos del que se tiene constancia en Burgos. Los procesados -los neuropsiquiatras Gregorio Camarzana, Jesús David Franco y Florentino Saludes, y el médico de medicina interna José Luis Parajua- se encuentran en libertad provisional y deberán pagar una fianza de cinco millones de pesetas.

El doctor Camarzana ha manifestado que no se siente culpable de nada, y puntualiza: "Yo vi a esta paciente al principio del proceso y todos los datos parecían confirmar que padecía un síndrome de depresión, que fue lo que diagnostiqué. No creo que en aquel momento hubiese lesión orgánica, pero, por supuesto, si hubiese visto algún indicio habría recomendado que se le practicasen las pruebas pertinentes".