Albania rechaza la tesis de que las revueltas nacionalistas en la URSS tengan origen en el estalinismo

Medios oficiales albaneses comentaron ayer por primera vez los graves incidentes registrados en la República soviética de Azerbaiyán, rechazando la tesis de que los crecientes problemas nacionales producidos en la Unión Soviética tengan su origen en el estalinismo.El órgano oficial del partido comunista de Albania Zeri i Popullit señaló ayer en un comentario que "resulta absurdo responsabilizar a Stalin de todos estos problemas 35 años después de su muerte".

El órgano del régimen de Tirana, encabezado por el jefe de Estado Ramiz Alia, añadía que en la época de Stalin no ocurrieron hechos semejantes. El comentario de Zeri i Popullit es una tímida defensa del dictador georgiano y un indicio más de que en el régimen de Albania se está dando un proceso de racionalización política.

La constatación de que Stalin no tiene la culpa de todos los problemas que aquejan a la Unión Soviética es una afirmación que nada tiene que ver ya con las apologías encendidas que el régimen de Tirana ha hecho hasta ahora del dictador soviético. El comentario del órgano albanés se produce pocos días después de que se cumpliera el 35 aniversario de la muerte de Stalin el 5 de marzo de 1953, sin que Albania lo conmemorara ceremoniosamente como en el pasado.

El problema de Kosovo

El comentario sobre los agudos problemas de la Unión Soviética con sus minorías nacionales coincide con la llegada del máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, a Yugoslavia, otro Estado socialista con graves tensiones étnicas y religiosas. El principal foco de tensión racial en Yugoslavia es el que enfrenta a la minoría albanesa con los serbios en la provincia autónoma de Kosovo, fronteriza con Albania.La postura de Tirana respecto a la minoría albanesa en Yugoslavia y a sus relaciones con el Gobierno de Belgrado registró un notable cambio a finales de febrero en la Conferencia de Países Balcánicos que se celebró en Belgrado. Por primera vez desde su salida voluntaria y oficial del Pacto de Varsovia en 1968, que de hecho se había producido ya años antes, Albania participaba en un foro multilateral que no fueran las Naciones Unidas.

Postura dialogante

El ministro de Asuntos Exteriores albanés, Reis Malile, adoptó una postura muy dialogante hacia los países balcánicos, entre ellos Yugoslavia, expresó la disposición a una cooperación con todos ellos y manifestó que "las minorías deben convertirse en puente entre los Estados de la región".