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Noriega dispuesto a negociar su salida del país

Antonio Caño

Informes contradictorios sobre la continuación en el cargo del general Manuel Antonio Noriega caracterizaban ayer una confusa situación en Panamá. Entre las informaciones que anuncian que el jefe de las Fuerzas de Defensa está considerando la posibilidad de aceptar su retiro y las que desmienten rotundamente esta alternativa predominan las que aseguran que el general no ha tomado todavía una decisión sobre su futuro inmediato. Fuentes próximas a Noriega afirman que éste acepta negociar una salida a la crisis, pero no está dispuesto a entregar su cabeza como condición previa.

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Fuentes diplomáticas que siguen de cerca los acontecimientos de las últimas semanas creen que el general Noriega está considerando muy seriamente la posibilidad de abandonar su cargo, siempre que eso se produzca por vías institucionales y sin poner en peligro al resto del régimen panameño. De acuerdo con esas fuentes, Noriega mantiene contactos con representantes del Gobieno de Estados Unidos para conseguir garantías de que si abandona el poder no será en el futuro reclamado por los tribunales norteamericanos.La salida más viable, de acuerdo con esta versión, es la de que el general se traslade a la República Dominicana, donde vive su hija y donde tiene muchos amigos bien situados. Noriega preferiría, según las mismas fuentes, que su estancia en ese país ni siquiera fuese planteada como un asilo político, sino como un viaje de descanso.

El 'número dos', la solución

Mientras tanto, la comandancia quedaría en manos del actual número dos de las Fuerzas de Defensa, el coronel Mareos Justine, y la Asamblea decidiría sobre el cargo de presidente de la República. Esta solución, que sería respaldada por Estados Unidos, evitaría crear un ambiente de desmoronamiento y desestabilización tras la caída del hombre fuerte panameño. Esta versión ha sido, sin embargo, desmentida por el presidente del gubernamental Partido Revolucionario Democrático (PRD), Rómulo Escobar Betancur, quien negó que el general Noriega vaya a aceptar nunca su renuncia."Conociendo como conozco a Noriega, puedo garantizar que nunca va a tomar esa decisión", dijo. "Noriega es un hombre de convicciones firmes y patrióticas, y tanto él como el resto de las fuerzas armadas saben que si se le otorga a Estados Unidos el derecho de decidir quién debe ser el comandante, le estás otorgando también el derecho de decidir qué tipo de Fuerzas de Defensa debes tener", añadió.

Escobar declaró que la embajadora de Panamá en Madrid, Berta Torrijos, realiza actualmente gestiones ante el Ministerio de Asuntos Exteriores español para saber si es verdad que España ha ofrecido asilo político al general Noriega. "En el caso de que sea cierto", dijo, "tendríamos que dar a España las gracias por el ofrecimiento, pero también manifestarle que el general en ningún momento, ni remotamente, ha pensado en esa posibilidad".

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El propio general Noriega, en unas declaraciones a Radio El Mundo, de Buenos Aires, reiteró ayer su voluntad de resistir en su puesto al manifestar: "No tengo nada que perder, porque tengo la dignidad como bandera". El portavoz de las Fuerzas de Defensa, mayor Edgardo López, aseguró también que el jefe militar se mantiene sereno en su puesto, y como ejemplo mencionó que mientras el pasado viernes veía por televisión al secretario de Estado norte americano, George Shultz, sosteniendo que Noriega tendría que salir de Panamá, el general comentó: "Ahí está mi jefe".

Tanto Rómulo Escobar como el mayor López admiten, sin embargo, la posibilidad de negociar el cargo de Noriega en el marco de un diálogo nacional sin condiciones previas.

Tras reconocer que Panamá sufre "un estrangulamiento económico que afecta a todas las capas sociales", el portavoz militar manifestó que, como consecuencia, "tal vez la oposición dé la luz para una. negociación cuyo primer punto en la agenda no sea la dimisión del general Manuel Antonio Noriega".

Caída inevitable

El presidente del PRD propuso, por su parte, "resolver el problema entre panameños por medio de un diálogo sin condiciones de ninguna clase". La oposición, sin embargo, mantiene la salida de Noriega como premisa imprescindible de cualquier proceso negociador.Los dirigentes de la oposición cuentan con la caída inevitable de Noriega cuando el descontento popular aumente como resultado de la falta de recursos económicos en el país. El Gobierno estudia, en concertación con los dirigentes de los sindicatos, medidas para afrontar la imposibilidad de pagar los salarios, pero no se vislumbran vías de obtener dinero hasta que Estados Unidos no levante el bloqueo de los fondos panameños y los bancos extranjeros recuperen la confianza para operar en Panamá.

A última hora de la tarde, varias decenas del Ministerio de Educación, que protestaban por no haber cobrado sus haberes quincenales, se manifestaron en el centro de la ciudad, cortando el tráfico y montando barricadas, hasta que acudió la policía, que los disolvió con gases lacrimógenos y pelotas de goma.

Los funcionarios públicos y privados deben cobrar hoy sus salarios, pero los 117 bancos existentes en el país se encuentan cerrados desde hace diez días, lo que hace imposible hacer efectivos los cheques que les han prometido.

El Gobierno, informa Efe, consiguió que el sector público retrasara el cobro de sus cheques hasta el día 16, pero los servicios estatales le advirtieron que si no cumplían sus promesas "adoptarían medidas".

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