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La plantilla de Unión Naval de Levante ocupa la sede del Banco Central en Valencia

Miguel Ángel Villena

Cientos de trabajadores de los astlleros de Unión Naval de Levante (UNL) de Valencia ocuparon ayer durante más de dos horas la oficina principal del Banco Central, accionista mayoritario de la empresa, para exigir el pago de la nómina de febrero. Tras el compromiso de la dirección de hacer efectivo el pago el próximo martes, la asamblea de trabajadores decidió abandonar la entidad bancaria. Según un portavoz de la empresa, el retraso se debe a una falta de liquidez.

La plantilla de UNL comenzó una huelga el pasado martes, día en que habitualmente debían haber cobrado la nómina de febrero. En la mañana de ayer los trabajadores decidieron marchar a pie desde los astilleros del puerto hasta la oficina principal del Central, situada en el centro de Valencia y recorrieron una distancia de unos cinco kilómetros. "Hemos convocado aquí la protesta", señaló a este diario un miembro del comité de empresa, "porque el Central es el accionista mayoritario de los astilleros y ha de hacer frente a sus responsabilidades económicas".En un ambiente de cierta tensión y mientras diez furgonetas de la Policía Nacional vigilaban las inmediaciones del banco, el comité de empresa mantuvo una entrevista con los responsables de la entidad para ver las posibilidades de que las nóminas se pagaran de inmediato.

Finalmente el director comercial de la factoría, Vicente García González, se comprometió en una conversación telefónica con representantes sindicales a pagar la totalidad de la nómina, que asciende a unos 150 millones de pesetas, el próximo martes. A pesar de que algunos trabajadores propusieron permanecer encerrados en el banco de forma indefinida, la plantilla respaldó la propuesta del comité y abandonó el banco poco antes de las dos de la tarde. Los trabajadores celebrarán hoy una asamblea en las instalaciones de la factoría.

García González explicó ayer que el retraso obedecía al incumplimiento de plazos de pago por parte de la compañía Trasmediterránea y otras empresas que habían encargado la transformación del buque Las Palmas, fletado para una firma norteamericana. "La concesión del crédito", afirmó, "por el Banco de Crédito Industrial ha sido compleja y ello nos ha impedido disponer de dinero".

Según el citado directivo de UNL, empresa que preside el ex vicepresidente del Gobierno de UCD, Fernando Abril Martorell, los astilleros valencianos tienen buenas perspectivas económicas y prevén una facturación de 11.000 millones de pesetas para el presente año.

La factoría sufrió una grave crisis económica en 1982, que obligó a una suspensión de pagos, pero en los últimos años UNL ha remontado esta situación adversa. La plantilla está integrada por 1.300 trabajadores y el convenio colectivo fue firmado recientemente con un incremento salarial en torno al 6%.

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