Millonarios en kilómetros
El grupo de folk eléctrico Labanda celebra su décimo aniversario, y su capital social más importante se reduce al millón de kilómetros recorridos de escenario en escenario a lo largo de esta década. Es un capital tan evidente y único que hasta le han dedicado una canción. No corren buenos tiempos para la música que se inspira en el folclor de diversas procedencias, y la supervivencia de los pocos grupos de estas características que permanecen se debe a una vocación irreductible o la imposibilidad de introducirse en otros campos.Labanda es un grupo formado por algunos de los más veteranos músicos en activo, con una curiosa mezcla de nacionalidades y que ha soportado reconversiones en sus componentes sin variar un ápice los planteamientos musicales: canciones instrumentales que recogen la tradición lejana de aires irlandeses y celtas, actualmente de capa caída en España -excepción hecha de la afición fiel que todavía existe en Galicia y Euskadi- y que en el resto de Europa vive momentos de resurrección.
Concierto de Labanda
Joaquín Blanco (gaita, bombarda y flauta), Jean François André (violín), Leonel Vignola (guitarra), Jorge Barral (bajo, guitarra y mandolina), Terry Barrios (batería) y Begoña Larrañaga (teclados y acordeón). Elígeme. Madrid, 6 de marzo.
Grupos de planteamientos similares a Labanda son número uno en Gran Bretaña, mientras aquí la lucha no es para escalar listas de popularidad, sino por mero instinto de supervivencia. Todos practican una música elemental de impacto directo e inmediato y lejana a toda sofisticación. Canciones de para bailar, de aire folclórico pasado por el lenguaje del rock, que transcurren por un camino al margen de modas y defendidas por un público fiel que empuja al grupo proporcionándoles así su razón para continuar.
A pesar de todas las dificultades, fruto de buscar inspiraciones en raíces musicales lejanas, Labanda mantiene su línea de música intemporal, cuando casi todos los compañeros de viaje han desaparecido. Son los últimos representantes de una música popular que apenas interesa en un mundo de continua evolución; millonarios en kilómetros que esperan un nuevo renacimiento para este tipo de música, algo que será dificil que suceda en un futuro inmediato. Mientras tanto, permanecen al pie del cañón. Son los últimos románticos.
Babelia
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