Un déficit de 6.400 millones de pesetas deja prácticamente vacías las arcas del Vaticano
El Vaticano, por voluntad explícita del papa Juan Pablo II, hizo pública ayer, por vez primera en la historia, la cuenta general de resultados económicos de la Santa Sede del ejercicio 1986. En el ejercicio de 1986, frente a unos ingresos totales por 57.258.223 dólares, se han registrado 113.981.598 de gastos, con un déficit de 56.723.375 dólares -unos 6.400 millones de pesetas-, que ha dejado las arcas del Papa prácticamente vacías.
La revelación de las cuentas vaticanas coincide con la reunión en Roma del grupo de 15 cardenales de todo el mundo, entre ellos el arzobispo de Barcelona, Narciso Jubany, que desde ayer hasta el sábado estudiarán a puerta cerrada las últimas vicisitudes de las finanzas vaticanas.El portavoz del Papa, Joaquín Navarro Valls, ha declarado que no es el caso de hablar de glasnot del Vaticano, pero ha añadido que no cabe duda de que se trata de algo "histórico", es decir, de un paso más hacia esa transparencia en el delica do problema de las finanzas va ticanas, que "ayudará" explicó, a la corresponsabilidad de los fieles de todo mundo hacia las necesidades de la Santa Sede". Los datos entregados ayer a la prensa por la Santa Sede figuraban en una nota, cuya existencia hace meses había ya anticipado este diario, enviada por el Papa a todos los obispos del mundo en la que se les piden que intensifiquen la generosidad económica con el Vaticano dada la precaria situación por la que atraviesa la caja de caudales del Papa. De dicha carta habían em pezado a filtrarse las primeras cifras a través del Washington post y el Vaticano ha preferido tempestivamente revelar su contenido a la prensa.
¿Cómo ha cubierto su déficit el Vaticano?. Con el llamado "óbolo de San Pedro", la colecta que cada año los obispos hacen para el Papa en las diversas diócesis del mundo y que en 1986 fue de 32.031.914 dólares. La diferencia hasta cubrir los 56.723.375 dólares que faltaban se ha tomado, dice la nota a los obispos, del fondo constituido en los años anteriores con la parte del óbolo no utilizada, es decir, con los ahorros de la cuenta personal del Papa. Lo que ocurre es que de este modo las arcas ponficias se han quedado prácticamente vacías y como ya había indicado en otra ocasión el cardenal secretario de Estado, Agostino Casaroli, el peligro es que la Santa Sede se vea obligada a hipotecar su patrimonio artístico. De ahí la llamada a la generosidad lanzada a los obispos.
Gastos en prensa
En cuanto a los ingresos, como fuente principal aparecen las rentas de inversiones por 28.829.334 dólares tanto en bienes muebles como inmuebles. Entre ellos intereses de las cuentas corrientes y de los depósitos por -un total de 9.711.000 dólares y los alquileres de edificios: 6.783.000 dólares, pero se trata de un importe bruto, ya que los intereses pasivos de los depósitos concedidos a la Santa Sede ascienden a 11.002.994 dólares. En total se puede decir que el interés neto obtenido por todas las inversiones supone un importe superior a los 17.826.340 dólares. Uno de los sectores que presentan un mayor déficit son los de la Radio Vaticana y la tipografía de la Santa Sede. Ello es debido seguramente al mayor ritmo que este pontificado está dando a los medios de comunicación de masas para propagar las ideas del papa Wojtyla.De los 113 millones largos de dólares del gasto total del ejercicio la mayor tajada se la comen los gastos del sostenimiento del personal. De éstos, los 1.800 empleados seglares vaticanos acaban de hacer precisamente un a huelga para llamar la atención del Papa acerca de lo que ellos consideran un olvido de sus derechos económicos.
2.315 empleados
En total, entre seglares y clérigos, el servicio en activo de la Santa Sede es de 2.315 trabajadores, más 885 personas a las que la Santa Sede le está pagando la jubilación. El coste del personal activo ascendió en 1986 a 50.638.788 dólares y a 7.290.866 el del personal jubilado, lo que supone un coste total, de personal de 57.929.654 dólares, es decir, el 51 % de todos los gastos. También aparecen los gastos de las reuniones de obispos y cardenales. que periódicamente se celebran en el Vaticano por voluntad del Papa o con motivo de los sínodos. La Santa Sede, como aparece ahora, le paga a los obispos en estos casos los gastos de viaje y hospedaje en Roma. Dichos gastos de viajes supusieron en 1986 1.500.000 dólares.La nota a los obispos está firmada por el "Praelatus a secretis" de la Prefectura de los asuntos económicos de la Santa Sede, monseñor Luigi Sposito, lo que indica que el documento en un primer momento debía haber sido conocido sólo por los obispos.
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