Una 'misteriosa' reunión y unos 'oscuros' asesinos
El misterio sobre el caso Brouard se cierne en torno a las hasta ahora desconocidas personas que acordaron la muerte del dirigente abertzale en una reunión celebrada en Madrid -al parecer, en el restaurante Vanity-, así como a las oscuras identidades de los tres autores del crimen: los dos autores materiales y el mercenario que conducía el vehículo en el que escaparon los asesinos.
Tanto la acusación particular, llevada por Txema Montero, como Emilio Rodríguez Menéndez, defensor del único procesado hasta ahora en el caso, han impulsado recientemente las investigaciones de esta instrucción y coinciden en dirigir sus sospechas hacia miembros de las fuerzas de seguridad del Estado.
El principal experto en el caso, el comisario Antonio Rosinos, reconoció al juez, en diciembre de 1987, que, días después del asesinato del dirigente de Herri Batasuna, un confidente le informó de la misteriosa reunión previa de Madrid, donde se acordó el asesinato, y estuvo a punto de poner en manos de la policía a los tres autores del crimen.
Sin embargo, un caso que podría haberse resuelto inmediatamente después del atentado ha resultado inconcebiblemente complicado, a pesar de que los investigadores han estado muy próximos a los autores y a los inductores del asesinato. El comisario Rosinos fue apartado inexplicablemente de la investigación cuando disponía de un confidente que, según reconoce el propio policía, le demostró conocer cómo se había fraguado el crimen y quiénes lo habían realizado.
Nuevo impulso
Tras el apartamiento de la investigación del fiscal Emilio Valerio Martínez y el comisario Rosinos, verdaderos conocedores del caso, la instrucción sufrió un lamentable retroceso, impulsada recientemente por el abogado Rodríguez Menéndez.Emilio Rodríguez ha removido el asunto y ha iniciado una larga solicitud de comparecencias de policías y guardias civiles que supuestamente podrían ofrecer luz a esta oscura investigación.
El abogado, por su experiencia durante su etapa de letrado del Sindicato Profesional de Policía y como defensor de numerosos miembros de las fuerzas de seguridad, entre ellos la denominada mafia policial, puede disponer de fuentes de información valiosas para aclarar definitivamente este asesinato.
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