Un disidente armenio, dice que los disturbios causaron 17 muertos en Azerbaiyán

Varias personas han muerto en los disturbios nacionalistas registrados el pasado fin de semana en la ciudad de Sumgait, en la República Soviética de Azerbaiyán, actualmente sometida al toque de queda, según confimó ayer a EL PAÍS el portavoz del Ministerio de Exteriores soviético, Guenadi Guerasimov, que no precisó el número exacto de víctimas. Un total de 17 personas murieron y otras 70 resultaron heridas en Suingalt, importante centro Industrial de unos 200.000 habitantes situado a la orilla de¡ mar Caspio, según declaró a EL PAÍS el disidente soviético de origen armenio Serguei Grigoriants, director de la revista Glasnost.

Remitiéndose a una conversación telefónica mantenida ayer por la mañana con Ereván, la capital de Armenia, Grigoriants dijo que estas cifras eran las disponibles en el comité del partido comunista en aquella localidad. El disidente, que no pudo precisar las circunstancias de los enfrentanmientos que causaron las eventuales víctimas, afirmó que entre ellas se hallaban tres miembros de la familia Aramian.Arno Aramian; su esposa, Neli, y un hijo de ambos, Arthur, fueron encontrados muertos en su domicilio, según esta fuente, pocas horas después de que Arno hubiera discutido con sus compañeros de fábrica sobre los sucesos de Nagorno-Karabaj, donde la población armenia -un 75% del total- salió mayoritariamente a la calle para pedir la incorporación de esta región autónoma, actualmente adscrita a Azerbaiyán, a la República de Armenia. Arno trabajaba en una fábrica de construcción de tubos para conducciones petroleras en Sumgait. Un segundo hijo de los Aramian se hallaba en Erivan en el momento de la muerte de su familia, y allí recibió la noticia. Grigoriants facilitó los datos del donúcilio de los Aramian y su número de teléfono.

Guerasimov no confirmó ni negó que el número de muertos ascendiera a 17. "Puede ser algo menos, pero difícilmente más", señaló. El portavoz ministerial, que tampoco revelé la nacionalidad de las víctimas, dijo que se había iniciado una investigación con objeto de localizar a los culpables, y se manifestó partidario de un "severo castigo".

El Ejército vigila

Desde el lunes pasado, el ejército se encarga del mantenimiento del orden público y del cumplimiento de un toque de queda que rige entre las ocho de la tarde y las siete de la mañana en Suingait, el último lugar afectado por los disturbios nacionalistas entre armenios y azerbaiyanos, que se iniciaron en Nagorno-Karabaj en la segunda decena de febrero.

Grigoriants manifestó ayer que el nuevo primer secretario del partido comunista en Nagorno-Karabaj, Genrij Pogasian , había dado un ultimátum, que expiraba ayer a las doce de la mañana, para el restablecimiento del orden. Según Grigoriants, las líneas telefónicas entre Armenia y Nagomo-Karabaj se encontraban ayer cortadas. Nagorno-Karabaj es una montañosa región poco pobla da y dedicada a la agricultura, especialmente al cultivo de la vid. Desde 1923 pertenece a Azerbaiyán, pese a una decisión de 1920 que contemplaba su adjudicación a Armenia.

En repetidas ocasiones, representantes armenios han solicitado la inclusión de Nagorno-Karabaj en aquella república, pero las peticiones han sido desatendidas por Moscú, donde se considera que la revisión de fronteras, trazadas teniendo en cuenta los intereses de la vecina Turquía, va en contra de las necesidades de la población de Azerbaryán y Armenia y perjudica las relaciones entre las nacionalidades soviéticas. Dos personas murieron en Nagorno-Karabaj durante los enfrentamientos entre armenios y azerbaiyanos, según dijo por Radio Baku el fiscal de la URSS, Aleksandr Katushev.

Las relaciones entre armenios, de cultura cristiana, y azerbaiyanos, de cultura musulmana, en el Cáucaso están lastradas por viejos conflictos. Los azerbaiyanos pertenecen al grupo étnico turco, y en la memoria de los armenios está aún fresco el recuerdo de las matanzas de armenios por parte de los turcos a finales de siglo pasado y principios de éste, y del genocidio de 1915. Los armenios, representan el 65% de los algo más de tres millones de habitantes de su república titular, el 11,4% de la población de Azerbaiyán y el 10,8% de la población de Georgia.