Clima de confusión y temor a un golpe

La incredulidad fue la primera reacción de los panameños ante la decisión del presidente Delvalle de destituir al general Noriega. Pero al saberse por boca de varios coroneles que el Estado Mayor del Ejército seguía defendiendo al jefe de las Fuerzas de Defensa la confusión y el temor ante un posible golpe militar incrementaban la confusión en la población.Mientras Delvalle se encontraba en su residencia junto a su familia, acompañado por el arzobispo de Panamá, Marcos Gregorio McGrath, el Estado Mayor del Ejército analizaba en reunión urgente la estrategia que adopataría en las horas siguientes. Contingentes antidisturbios habían tomado posiciones en la zona del centro bancario internacional, lanzando bombas lacrimógenas y disparando escopetas de postas (perdigones) ante decenas de manifestantes que salieron a expresar su satisfacción una vez fue conocida la declaración del presidente Delvalle. Decenas de automovilistas hicieron sonar las bocinas de sus vehículos y ondearon pañuelos blancos cuando apenas caía la tarde de ayer en Panamá.

A primeras horas de la noche Radio Nacional de Panamá llamaba a la población para que se trasladara hacia el parque legislativo y hacia el cuartel central para demostrar su apoyo a Noriega. A pesar de la gravedad de la situación, el Ejército no había adoptado ninguna medida de excepción y no se conocía que hubiese habido incidentes de importancia.