Guerra anuncia la interrupción de los contactos con ETA por el secuestro de Emiliano Revilla

La Secretaría de Estado para la Seguridad informó oficialmente en la tarde de ayer que ETA es la autora del secuestro del empresario Emiliano Revilla. Tras esta confirmación, el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, anunció la ruptura de las conversaciones con la organización terrorista en Argel, al afirmar que, tal como advirtió el Gobierno a raíz de la colocación del coche bomba en Zaragoza en diciembre pasado -que produjo 11 víctimas mortales-, "con atentados no hay contactos", y este secuestro es un atentado más. El vicepresidente explicó que la acción contra el industrial Revilla -dueño de importantes negocios inmobiliarios- no es obra de un grupo escindido de ETA, sino de toda la organización terrorista.

Las investigaciones se habían centrado desde un principio en la organización terrorista ETA. Fuentes policiales informaron ayer que el etarra José Luis Urrusolo Sistiaga parece que compró, mediante un carné de identidad, falso, el coche: de segunda mano, un Seat 1430, matrícula M-6236-CF, de color verde, que fue utilizado en la acción.Emiliano Revilla fue secuestrado a últimas horas de la noche del pasado rniercóles por cuatro individuos, tres hombres y una mujer, en el portal de su domicilio. La víctima regresaba a su casa, como todos los días entre las 10 y las 11 de la noche, desde su oficina. El automóvil empleado por los terroristas fue localizado ayer a mediodía en un aparcamiento subterráneo situado en la plaza de Olavide.

Las investigaciones del caso han sido asignadas a la Brigada Central de Información, que se encarga habitualmente de los asuntos relacionados con el terrorismo. No obstante, la Briga da Judicial de Madrid, especializada en delitos comunes, sigue trabajando en el caso.

La Delegación del Gobierno ha informado que hoy los policías nacionales de todas las comisarías de Madrid distribuirán entre los ciudadanos fotografías del presunto responsable del secuestro, Urrusolo Sistiaga, para pedir su colaboración en la resolución del caso. La familia ha asegurado que hasta ahora no ha recibido comunicación alguna de los individuos que mantienen retenido a Revilla.

Uno de los tres testigos presenciales -una mujer que trabaja como asistenta en una vivienda del edificio donde reside la familia Revilla- avisó al portero de lo que acababa de presenciar y fue éste quien se encargó de comunicárselo a Margarita Sánchez, esposa del secuestrado, quien aseguró que estaba temiendo un golpe de este tipo.

Al cometerse el secuertro se tuvieron indicios sobre la implicación de ETA por el tipo de munición que llevaban los miembros del comando y el reconocimiento fotográfico realizado por el jefe de ventas del establecimiento donde fue adquirido el automóvil empleado en la acción, según fuentes policiales.

Por un lado, los secuestradores perdieron un cargador de pistola con proyectiles de la marca SF, modelo 9 milímetros parabellum, fabricados en el año 1977, munición usual en ETA.

Joseba compró el coche

Por otra parte, un responsable de una empresa madrileña de com praventa de coches usados, si tuada en la calle del Ferrocarril ha reconocido fotográficamente que el individuo que hace unos ocho o diez días realizó la adquisición fue José Luis Urrusolo Sistiaga, conocido como Joseba, que es uno de los antiguos integrantes del comando Madrid. Como es lógico, el presunto activista hizo la transacción comercial bajo identidad falsa.

El ministro del Interior, José Barrionuevo, presidió ayer una reunión en la que estuvieron el secretario de la Seguridad del Estado, Rafael Vera, y los directores generales de la Policía y la Guardia Civil, José María Rodríguez Colorado, y Luis Roldán, respectivamente. A esta reunión asistieron también mandos policiales y expertos en terrorismo.

Los autores del secuestro, según fuentes policiales, huyeron por la calle de San Francisco de Sales y, tras pasar ante la sede de la Dirección General de la Guardia Civil, que está en la confluencia con la de Guzmán el Bueno, se dirigieron probablemente a la glorieta de Cuatro Caminos. Es posible que a continuación circulasen por la calle de Bravo Murillo hasta llegar a la glorieta de Olavide. En el aparcamiento subterráneo existente en este lugar abandonaron el vehículo Seat 1430.

Un equipo de artificieros de la Policía se trasladó al aparcamiento para revisar el automóvil, ante el temor de que en el mismo hubiese colocada una bombatrampa. Los técnicos en desactivación provocaron una pequeña explosión controlada y comprobaron que el coche no escondía ningún artefacto.

La plaza de Olavide

El vehículo abandonado en el estacionamiento subterráneo de la plaza de Olavide tenía abiertas las cuatro puertas y en su interior no fue hallado el ticket de entrada al aparcamiento, por lo que no se ha podido precisar la hora en que ocurrió esto. En uno de los asientos había una pequeña bolsa de plástico de unos grandes almacenes.

La participación de Urrusolo Sistiaga en el secuestro hace suponer a los investigadores policiales que ETA podría estar utilizando una parte de la infraestructura que hasta ahora no ha sido tocada. Una pieza clave de dicha infraestructura es la cárcel del pueblo donde años atrás estuvo recluido el financiero Diego de Prado y Colón de Carvajal, en cuyo secuestro también tomó parte el citado Urrusolo. Este local no ha sido encontrado nunca por las fuerzas de seguridad del Estado.

Expertos policiales consideran que la inesperada acción de la organización terrorista está encaminada a conseguir dinero con el que mantener a los comandos aún operativos y a los cientos de activistas encarcelados. Los mismos medios suponen que este golpe también puede ser una "demostración" de la capacidad operativa de los activistas de ETA Militar y mantener de esta forma una postura de fuerza ante los contactos iniciados en Argel entre el Gobierno y la organización terrorista.