Teólogos, fieles y televisión, pendientes del 'milagro anunciado' de la Virgen en Pescara

La aparición de la Virgen en Pescara (Italia) anunciada por la joven vidente Maria Antonella Fioritti ha empezado a dividir a los teólogos, mientras fieles, Prensa y televisión están ya movilizados para el domingo día 28. Ese día, según Maria Antonella, que recibe apariciones de Jesús y de María en una pequeña iglesia, la gente podrá ver "signos divinos en el cielo", y no se excluye que los más fervorosos puedan ver a la misma Virgen María.

Mientras tanto, el jesuita Carlo Colonna, experto en fenómenos sobrenaturales, ha calificado de "paranoica" a la joven y "moderna visionaria", y la ha acusado de querer llamar la atención de las masas. Otros teologos llegan más allá. Por ejemplo, el pasionista Tito Zecca no excluye que detrás de esos episodios pueda ocultarse "la mano del diablo", que se aprovecha, dice, de los "débiles psíquicos para desprestigiar a la Iglesia".Pero al mismo tiempo son también muchos, no sólo seglares, sino también sacerdotes, los que creen en la joven vidente y en su asesor espiritual, el llamado futbolista de Dios, porque se hizo cura con vocación tardía, tras haber sido jugador de fútbol. Ahora es un místico que colabora con la vidente. La esperanza de los que no creen en el milagro ni en la vidente es que el domingo 28 no salga el sol, que el día esté nublado y así se evitarían todas las complicaciones.

Pero, por si acaso, los teólogos más serios han consultado a Giampaolo Gluliani, especialista del observatorio astronómico de Campo Imperatore, una localidad turística de nieve, acerca del fenómeno de la luz zodiacal.

El experto ha confirmado que se trata de un fenómeno poco conocido que se da justo en este período del afilo y en otoño. Se trata, ha explicado, de un "destello luminoso hacia el plano de la eclíptica". Pero el problema es que dicho fenómeno se da de noche y no en pleno día.

Su luminosidad es, dice, igual a la de 900 estrellas de décima magnitud. Lo que ocurre es que nadie suele hacer caso y es necesarío que el cielo sea muy transparente.

Se trata de una luz refleja del sol difundida por míles de millones de partículas minúsculas cósmicas. El viento solar cambia la densidad del polvo cósmico y provoca efectos diversos que pueden confundirse con una visión. Lógicamente, la vidente y su confesor sonríen convencidos que lo de la Virgen es, otra cosa, que nada tiene que ver con esas teorías científicas.