Las escoltas de numerosas personalidades serán retiradas

El Ministerio del Interior suprimirá total o parcialmente las escoltas de 135 personalidades, entre los que figuran 23 altos cargos de la Administración y 48 delegados del gobierno o gobernadores, en los próximos días. Con esta medida el ministerio pretende recuperar a unos 300 policías y 59 vehículos para el servicio de protección a los ciudadanos.Según fuentes del ministerio, no se trata de una desprotección de las personalidades, sino de una mayor racionalización del servicio, ya que se sustituyen las escoltas por otros sistemas "más sofisticados y unificados en las unidades de protección", tales como cambios de recorridos y cambios de vehículos. "No se le va a quitar la escolta a nadie que la necesite y que según los estudios se vea que está justificado su uso", aseguraron. Los delegados del Gobierno en el País Vasco y Navarra continuarán teniendo el mismo servicio de protección.

Estas medidas se completarán con otras en estudio, dentro del plan de modernización de los cuerpos de seguridad, para la racionalización de las escoltas estáticas. En el marco de este programa, la Guardia C¡vil reducirá en un 20% los agentes destinados a la protección y vigilancia de los edificios.

Esta orden es resultado de un estudio encargado por el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, en febrero del pasado año, que ordenó el análisis individual de cada servicio de escolta, la evaluación de riesgos de cada escoltado y las posibilidades de supresión o reducción de la misma. En el marco de esta reorganización, Rafael Vera, dió otra instrucción el 16 de diciembre pasado para concretar la reducción de efectivos destinados a escoltas. Cinco días después de esta instrucción y diez desde el atentado de ETA en Zaragoza se retiró a todos los cargos de interior el coche de seguimiento-escolta que tenían asignado.

La Secretaría de Estado para la Seguridad pretende proporcionar al conjunto de los ciudadanos el máximo de protección encomendada a las fuerzas y cuerpos de seguridad sin disminuir la de las personas con riesgo, pero con el objetivo de racionalizar el uso del servicio de escoltas.