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El PNV ofreció apoyar la autodeterminación si la banda dejaba las armas

El Partido Nacionalista Vasco (PNV) ofreció a ETA apoyar una propuesta favorable al derecho de autodeterminación en el Parlamento de Vitoria si abandonaba las armas. El ofrecimiento se produjo en una entrevista con un dirigente de Herri Batasuna (HB) solicitada para pedir un contacto con la organización terrorista e información directa de las conversaciones de Argel. ETA reveló la gestión a Julen Elgorriaga, delegado del Gobierno en Euskadi.El Gobierno vasco y el PNV son los dos grandes marginados de las conversaciones de Argel, pese a sus intentos reiterados para conseguir algún papel en la representación del final de ETA.

Ni al Gobierno central ni a la organización terrorista les interesa la presencia de un tercero. La información es hoy en Euskadi el principal valor político, un tesoro codiciado para intentar intuir el futuro y evitar comprometedores pasos en falso en una competición partidista muy cerrada.

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Sin observadores

El Gobierno es terminante al respecto. No está dispuesto a que nadie siga el diálogo con ETA por el ojo de la cerradura, y menos si se trata del PNV. En esta materia no se fía. La petición pública del presidente del Ejecutivo autónomo, el peneuvista José Antonio Ardanza, para que un representante suyo siga los contactos como observador suscita en medios oficiales reacciones jocosas cuando no sarcásticas.Tampoco ETA está por la labor. Cualquier posibilidad negociadora le interesa derivarla, en forma de patrimonio político, al sector que representa Herri Batasuna (HB), que en el futuro inmediato entrará en competencia cada vez más abierta con las demás formaciones nacionalistas.

El acuerdo de ambas partes parece completo sobre este punto. Quizá sea el único. La sintonía es tal que cuando se celebró la entrevista citada entre dirigentes del PNV y HB, al final del año pasado, Eugenio Etxebeste se apresuró a descubrir la gestión a Julen Elgorriaga en Argel.

El PNV, según la versión del representante de ETA, habría sugerido a la organización la posibilidad de propiciar desde el Gobierno vasco un cierto reconocimiento final de su papel histórico y la defensa común frente al Estado de algunos contenidos de la alternativa KAS.

Un portavoz del PNV ha indicado que el primer punto es falso, "una intoxicación de los servicios secretos españoles", dijo. Respecto al segundo, confirmó que el dirigente peneuvista ofreció apoyar una propuesta de HB sobre el derecho de autodeterminación si ETA abandonaba las armas.

Resulta fácilmente perceptible el malestar, a veces malhumor, de los dirigentes del PNV. Medios próximos a la presidencia del Gobierno vasco sostienen que Ajuria Enea conoce los contactos "a través de las dos partes", pero el lehendakari Ardanza confesó el viernes con amargura que en realidad no dispone de ninguna información procedente del Gobierno. El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, también se queja, y explica el motivo: "Sin información", confiesa, "no se puede hacer política, no hay manera".

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