La exculpacion es para Convergencia "un magnífico argmento electoral"
La decisión del juez Luis Fernando Gómez Vizcarra de exculpar a los 16 querellados por el caso Banca Catalana se ha convertido, para los nacionalistas catalanes, en "un magnífico argumento" de la precampaña de las elecciones autonómicas catalanas, que se celebrarán en una fecha aún por decidir, pero que se situará, si no hay variaciones, entre finales de abril y principios de mayo. Curiosamente, el caso Catalana no figuraba hasta ayer como uno de los elementos centrales de la precampaña, ya que se pensaba en Convergéncia Democritica (CDC) que no habría decisión judicial hasta después de los comicios. Por ello, se había elegido como uno de los mensajes electorales el ahogo económico a que, según los nacionalistas, somete a la Generalitat el Gobierno socialista.
Dirigentes de CDC vinculados directamente a la campaña de las próximas elecciones autonómicas exteriorizaban ayer su satisfacción por la decisión judicial al tiempo que resaltaban que había puesto en sus manos "un magnífico argumento electoral". "El asunto Catalana ha acabado como nosotros pronosticamos y se han cumplido las palabras de Pujol de que el Gobierno había realizado [con la querella] una acción indigna contra Cataluña", manifestó un colaborador del portavoz de la Minoría Catalana, Miquel Roca. El propio Roca dijo que la exculpación "pone fin a una situación traumática para el país, provocada por una actitud irresponsable y frívola de gente sin escrúpulos".La Generalitat considera que la decisión del juez al no procesar a los 16 implicados supone "un triunfo del derecho sobre lo que no era derecho". El conseller de Justicia, Joaquim Xicoy, declaró a este diario que "para nadie es un secreto que la presentación de la querella no tenía motivaciones judiciales, como nosotros hemos defendido siempre".
"Lo único que lamento es que durante cuatro años haya pendido la espada de Damocles sobre personas inocentes", añadió Xicoy, quien censuró que desde otras opciones políticas se hubiera puesto en duda la honorabilidad de algunas personas "que realizaban prácticas habituales en el mundo mercantil".
La noticia del no procesamiento fue conocida por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, mientras se celebraba una reunión del Gobierno catalán. indudablemente, ha habido satisfacción generalizada, ya que los querellados eran personas muy vinculadas a Convergéncia, y muchos de ellos, colaboradores directos de Jordi Pujol", señaló un miembro del Gobierno catalán.
Unió Democrática, el partido democristiano aliado de Convergéncia, expresó, por boca de Josep Antoni Duran Lleida, presidente del comité de gobierno, su satisfacción ante la decisión del juez, "que puede significar el cierre de una lamentable etapa de la vida política catalana".Reacción socialista
El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE) manifestó a través de su portavoz, Jaume Sobrequés, que "se ha confirmado la presunción de inocencia que teníamos todos los socialistas". Sobrequés indicó que los socialistas mostraban "un absoluto respeto" ante la decisión judicial "como hacemos siempre al margen de cual sea el resultado". "A partir de ahora, por suerte, el caso Banca Catalana sólo será juzgado en función de la mala gestión administrativa que condujo a la crisis de la entidad".
Jordi Guillot, representante del PSUC, aseguró: "El interrogante sigue abierto, ya que hay un agujero real". "Nosotros tenemos interés en que el misterio se resuelva, cosa que hasta ahora no ha resuelto ni el poder legislativo [hubo un debate en el Parlamento catalán] ni el judicial", añadió. El secretario general de Esquerra Republicana, Joan Hortalá, dijo que le parecía lógica la decisión de no procesar a los 16 querellados. "Tras la exculpación de Jordi Pujol, el procesamiento de sus colaboradores hubiera mostrado una disparídad de criterios", dijo.
Jorge Fernández Díaz, presidente de AP en Cataluña, dijo que "se trata de una buena noticia" que pone fin a "un proceso jurídico-político".
El hecho de que Jordi Pujol figurara inicialmente entre los querellados convirtió desde el primer momento la querella en un asunto político. "Nos quieren confiscar la victoria y también nos quieren robar la honorabilidad", declaró Pujol al día siguiente de que la Fiscalía General del Estado presentara la querella, el 24 de mayo de 1984. Unos días después, ante una manifestación de apoyo en la plaza de Sant Jaume, Pujol afirmó que el Gobierno central había "hecho una jugada indigna" contra Cataluña.
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