Registro en casa del admistrador en busca de objetos extraviados

El titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Sevilla, Antonio Gil Merino, efectuó en la tarde del pasado martes una inspección ocular en el domicilio particular del administrador de los Reales Alcázares, Francisco Mil- Castillo, después de que el concejal de Izquierda Unida del. Ayuntamiento de Sevilla, el independiente Luis Pizarro, presentara una denuncia por presuntas irregularidades administrativas y apropiación de objetos y materiales artísticos del recinto monumental-La denuncia del concejal se produjo después de que dos funcionarios de los alcázares le solicitaran la apertura de una investigación sobre distintas actuaciones de Mir del Castillo, un destacado militante del PSOE andaluz. Fuentes de Izquierda Unida aseguraron que en el registro domiciliario pudo confirmarse la presencia de "casi todos" los elementos que citaron en sus respectivas comparecencias ante el concejal izquierdista los dos empleados municipales.

En concreto, los trabajadores habían solicitado que el Ayuntamiento comprobara la existencia en el domicilio particular de Mir del Castillo, en la calle de Mariana Pineda, de "unos azulejos de mármol de 50 por 50 centímetros iguales a los que se encontraban almacenados en el patio de los Moros y que ya no están", así como "un pasamano forjado de dos metros aproxidamente, que anteriormente se encontraba en los Reales Alcázares, al fondo del paseo de las Niñeras". Uno de los empleados precisaba que este pasamano fue colocado en el domicilio de Mir del Castillo por orden directa suya.

Entre las presuntas irregularidades cometidas en los alcázares de Sevilla, los funcionarios apuntan la sospecha de que han desaparecido "dos candelabros y souvenir de plata maciza de unos 30 centímetros" y "un reloj octogonal de 40 por 40 centímetros ubicado anteriormente en el palacio de don Pedro l". Asimismo, los funcionarios denunciaron la salida del recinto de "muebles y azulejos de construcción antiguos en camiones por la puerta del Campo, los primeros, y por la puerta falsa que da a la calle de Leal, los segundos, sin que sepamos su destino".