Giuliano Cannata
Ingeniero italiano, critica la degradación urbanística del acueducto segoviano
Giuliano Cannata, vicepresidente de la Lega per l'Ambiente, la mayor asociación ecologista italiana, que cuenta con 40.000 socios, es un luchador incansable contra la degradación del medio ambiente, el desgaste del territorio y la especulación urbana. Cannata fue juzgado el pasado martes en la Audiencia de Segovia por un delito de injurias graves contra Alberto García Gil, arquitecto autor del proyecto y copropietario de un edificio junto al acueducto, paralizado por la Dirección General de Bellas Artes en 1983.
Pisano, de 53 años, ingeniero especialista en recursos de agua y suelo, coordina el comité científico de la Lega, integrado por 120 catedráticos que representan a las ciencias naturales y humanas relacionadas con el medio ambiente. Profesor de planeamiento de cuencas fluviales en la universidad de Siena antes de apostar por el ambientalismo, milita activamente en el Partido Comunista Italiano y es concejal del Ayuntamiento de Roma de 1976 a 1979, en el que preside el área de urbanismo.Tras acabar la carrera en 1959, toma contacto con los problemas del medio ambiente, tanto de su país como de América del Sur y África, donde emprende diversos planes de desarrollo de grandes cuencas fluviales. Según afirma en un reciente ensayo, publicado por la revista Micromega, fundada por el actual ministro italiano del Medio Ambiente, Giorgio Ruffolo, en África se está produciendo una destrucción de la cobertura vegetal en la que influye la agricultura itinerante, y plantea una intensificación de la agricultura, en muchos casos con riegos, habiéndose demostrado antropológicamente que es la única forma de reducir la presión demográfica.
Precisamente, Cannata, al frente de un grupo de trabajo, pone en práctica en 1971, por primera vez en Italia, la metodología de la antropología cultural en los proyectos de desarrollo para los países del Tercer Mundo, en lugar de lo meramente sociológico, que era lo que se llevaba por aquel momento. Para perseguir el "ambientalismo científico", funda con otros compañeros, en 1979, la Lega per l'Ambiente. La Lega consiguió el año pasado que el Parlamento Europeo aprobara una resolución, redactada por él, sobre la erosión de los suelos y la utilización de las tierras en la Comunidad Europea. "Peroéste es uno de los logros", añade, "porque en 1982 presentamos un proyecto de ley en e Parlamento italiano sobre el contenido de plomo y óxidos en los humos de los automóviles que ha sido adoptado como base por todos los partidos".
Sin embargo, una de sus mayores satisfacciones como defensor del medio ambiente la obtuvo tras los referendos con tra las centrales nucleares que se celebraron en Italia en 1987 por iniciativa de los movimientos ambientalistas, que encabezaba la Lega. "Los tres referendos", señala, "han dicho que el 80% de la población está en contra de las centrales nucleares, y esto significa que la quinta potencia industrial del mundo debe dejar de apostar por ellas".
Autor de ensayos y libros, su vinculación a España se remonta a más de 20 años. Aquí trabaja durante meses y restaura unahistórica casa del siglo XV en Segovia, donde veranea. Envuelto en un proceso judicial en la Audiencia Provincial segoviana "por criticar la especulación urbanística y apoyar a los grupos locales que luchan por la conservación del paisaje urbano", dice que, salvo excepciones como Santiago de Compostela, las ciudades españolas siguen suffiendo el ataque especulativo que las convierte en lugares inhabitables por su transformación comercial del centro histórico, mientras está claro que sus características urbanísticas, además de los valores artísticos y espirituales, permitirían mayor calidad de vida. Para él, las declaraciones de ciudades patrimonio de la humanidad por la Unesco resultan ridículas mientras no existan condiciones legales, económicas y políticas para una efectiva defensa de los monumentos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Ecologistas
- Segovia
- Monumentos
- Arquitectos
- Ecologismo
- Ayuntamientos
- Organizaciones medioambientales
- Patrimonio histórico
- Provincia Segovia
- Administración local
- Castilla y León
- Gente
- Vivienda
- Patrimonio cultural
- Ideologías
- Protección ambiental
- España
- Administración pública
- Urbanismo
- Política
- Sociedad
- Cultura
- Medio ambiente
- Arquitectura
- Arte